Traer un hijo al mundo supone un acto de amor y debería ser el momento más feliz de una madre, pero para las parturientas del eje occidental carabobeño se convierte en un verdadero viacrucis, debido a las deficiencias que existen en el sistema de salud público de la zona.
Por Corresponsalía La Patilla
“El momento más feliz de tu vida, tú no sabes en qué va a parar”, fue la expresión de una madre bejumera a quien se le practicó una cesárea hace poco y vivió un tormento, pues fue remitida a Valencia, ya que en la localidad no pudo ser atendida, enfrentándose a la falta de ambulancias para su traslado y de insumos médicos para ser intervenida, entre otras vicisitudes.
Fuentes ligadas al sector salud, quienes por seguridad pidieron guardar su identidad, contaron la decadencia que reina en torno a este tema. Los entrevistados iniciaron revelando que el programa llamado Ruta Materna, creado por el régimen de Nicolás Maduro para garantizar la salud de las embarazadas y sus hijos, no funciona a cabalidad en la zona.
Explicaron que a las mujeres no se les asegura el acompañamiento y la atención médica antes, durante y después del parto, porque existe un déficit de especialistas en estos municipios.
Resaltaron que pese a que están habilitados los ambulatorios de Miranda, Canoabo, Chirgua y una extensión de sala de parto en Montalbán para atenderlas, solo hay un gineco-obstetra y está en el Hospital de Bejuma.
Cuando estas mujeres se complican, las refieren para Bejuma. “La pregunta es para qué, si ahí no hay quirófanos desde hace cinco años y la sala de parto está destrozada, pues desde mediados del año pasado la están remodelando y no la culminan”, indicaron.
Apuntaron que fue improvisada un área del hospital para atender solo partos normales, “que no cumple del todo con los requerimientos”, aseguraron.
Si la futura madre requiere una cesárea y no tiene para pagar una clínica privada en Bejuma, no le queda más que “encomendarse a Dios y tener por lo menos 50 dólares en el bolsillo, porque las refieren a la Maternidad del Sur en Valencia y ahí hay que llevar hasta el agua para lavarse las manos”, refirieron las fuentes.
El kit quirúrgico que se supone debería garantizar el Estado a las gestantes captadas por la red de salud pública a través de la Ruta Materna, son escasos, llegan incompletos y a veces son hasta inexistentes. Tienen un precio desde 25 dólares en adelante dependiendo de lo que requiera la paciente.
“En dónde hacen pruebas de ADN, que no sé si me dieron al niño correcto”, fue el mensaje de una madre vallealtina que entró en pánico, luego de ser cesareada en la maternidad, en donde la cunita en la que estaba su hijo, asegura había otros niños, pues no existe la capacidad para tener a cada bebe por separado.
“Esto es solo un ejemplo de lo que viven en esa maternidad. A veces las tratan mal, las obligan a parir así no puedan, las condiciones higiénicas no son las mejores, entre otras irregularidades”, aseguraron. Finalmente, lamentaron que las gestantes pasen por este viacrucis y las autoridades no hagan nada por solventar las condiciones del Hospital de Bejuma, donde años atrás atendían hasta madres que venían de otras jurisdicciones.