Un creciente número de ciudadanos ucranianos que residen en el Reino Unido se prepara estos días para desplazarse a su país a combatir la invasión de tropas rusas, según testimonios recopilados por medios británicos.
Aunque no hay cifras oficiales del número exacto de ucranianos que se desplazará a su país a combatir al ejército ruso -la embajada de Ucrania en Londres no atiende actualmente llamadas y ha inhabilitado su teléfono de contacto-, medios locales informan de que cada vez son más los nacionales de ese país que trabajan en el Reino Unido que hacen acopio de equipamiento para ir a luchar.
La BBC indica que pocos cuentan con experiencia militar -de su paso por el ejército ucraniano- pero la mayoría tiene voluntad de ayudar a “defender su territorio” y “proteger su país”, según dicen a la citada televisión.
Entre los preparativos, estos hombres de edades variadas reúnen raciones de alimentos, paquetes con utensilios de atención médica (torniquetes para frenar hemorragias), ropa de camuflaje, cascos, drones, chalecos antibalas o detectores de minas, equipamiento en muchos casos obsoleto que compran con su dinero.
Según el canal público de televisión, “unos 30 o 40” ucranianos acuden a diario a un complejo industrial de Folkestone, en el condado inglés de Kent (al sur de Londres) para equiparse y desplazarse primero a Polonia y, desde allí, a primera línea.
En declaraciones a la cadena Sky News, el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, afirmó en un mensaje a esos ucranianos que “a menos que estén adiestrados adecuadamente, a menos que sean miembros experimentados de fuerzas armadas, hay mejores maneras en las que pueden contribuir a la seguridad de Ucrania”.
No obstante, el pasado fin de semana, la titular de Asuntos Exteriores, Liz Truss, dijo que apoya a los ciudadanos del Reino Unido que quieran ir a Ucrania a sumarse a una fuerza internacional para luchar contra la invasión rusa en ese país.
El Gobierno británico ha dejado claro que no enviará a Ucrania a sus militares para luchar sino que facilita armamento.
EFE