Mientras la presión militar de Rusia crece sobre varias ciudades ucranianas, también aumentan las acusaciones al país por su actuación. La embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oksana Markarova, denunció que durante el trascurso de la invasión las fuerzas militares rusas han llegado a usar el uso de bombas termobáricas, sin especificar dónde se han detonado.
Por Heraldo.es
También conocidas como bombas de vacío, se trata de un arma prohibida por la convención de Ginebra debido a su gran poder de daño, por lo que su empleo denotaría que la “devastación” buscada por Rusia en Ucrania es “grande”, según Markarova.
Se trata de un contenedor de un líquido volátil o gas a alta presión, que en algunos modelos está mezclado con un explosivo finamente pulverizado y (normalmente) dos cargas explosivas separadas. Una esparce una nube de combustible por la atmósfera y se mezcla con el oxígeno presente, y otra detona el combustible. Esta combustión consume el oxígeno y crea una especie de vacío que causa una explosión de alta temperatura, propagando la onda explosiva por toda la nube de combustible.
La explosión de una de estas bombas puede aniquilar equipos y edificios reforzados. El efecto antipersona de la onda explosiva es más letal en refugios excavados en el suelo, sobre personas con protección corporal como chalecos antibalas y en espacios cerrados “rígidos”, como cuevas, edificios y búnkeres.
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