Un adolescente escapó por poco de las fauces de la muerte cuando un monstruoso gran tiburón blanco de casi 4 metros “se lanzó” por el aire hacia él.
Por: The Sun
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Vaughan “Willow” Wilson, de 52 años, estaba surfeando con su amigo y el hijo de 14 años cuando la bestia los tomó por sorpresa.
El trío de surfistas experimentados estaba disfrutando de las olas frente a la costa de la isla de Matakana en Nueva Zelanda cuando el enorme tiburón los rodeó.
Willow explicó: “Hacemos surf dos o tres veces por semana”.
“Hemos surfeado juntos en este lugar mil veces y nunca antes nos habíamos preocupado por los grandes tiburones blancos”.
La criatura “buscaba matar”, según Willow, y comenzó a acechar al joven mientras surfeaba una ola.
Le dijo al medio de comunicación local Stuff: “Era feroz, con las fauces abiertas, definitivamente en modo de caza. Era un monstruo de 3,5 metros, dispuesto a matar”.
“Se lanzó fuera del agua hasta que todo su cuerpo estuvo completamente en el aire, aproximadamente a medio metro sobre el océano, como si estuviera volando”.
“Grité ‘tiburón, tiburón’, a todo pulmón, pero las olas eran tan altas y había tanta agua blanca alrededor que nadie podía oírme a pesar de que soy conocido por ser muy ruidoso. Fue a la vez aterrador y sorprendente: verlo volar por el aire bañado por la luz del sol”.
“Sabía que era un gran tiburón blanco de inmediato por su vientre blanco y el enorme tamaño y forma de sus aletas pectorales y su cola. Conozco bien a los tiburones”.
Después de intentar desesperadamente alertar al joven de 14 años sobre el depredador que acechaba bajo la superficie sin éxito, Willow se vio obligado a mirar impotente mientras el adolescente estaba a centímetros de la muerte.
Explicó: “Era como si estuviera acechando a su presa, siguiéndolo”.
“Pasó por delante de él e hizo un giro en U en el hoyo, la parte más profunda del canal que genera buenas olas, y fue entonces cuando explotó por el hoyo para intentar atrapar al niño”.
“Pero había calculado mal porque justo antes de que el chico se cayera de su tabla, había hecho un giro brusco. Esa decisión de girar le salvó la vida porque significó que las fauces del tiburón lo extrañaron”.
CASI ERROR
A pesar de volar por el aire para tratar de asegurar a su presa, el gran tiburón blanco falló su objetivo adolescente.
Willow continuó: “Salpicó de nuevo en el agua cerca de su hombro derecho, sin verlo”.
“Estaba fuera de su tabla, con el agua hasta la cintura y completamente inconsciente. El tiburón desapareció bajo el agua y no pude ver dónde estaba, estaba asustado”.
El hombre de 52 años elogió la reacción “tranquila” del hijo de su amigo y dijo que simplemente volvió a subirse a su tabla y remó de regreso a la orilla.
“Cuando les dije lo cerca que estuvo de que el tiburón le quitara el brazo o le quitara la vida, mi amigo, como yo, se sorprendió”, agregó Willow.
“Fue aterrador. Tenía temblores. Pero el chico era genial, todo lo que decía era ‘oh wow'”.
Desde mediados del siglo XIX, solo ha habido 12 ataques fatales de tiburones en Nueva Zelanda.
Se sabe que los grandes blancos adornan las aguas del país insular durante todo el año.