Vecinos del municipio Baruta comenzaron a concentrarse en el distribuidor Santa Fé, para alzar su voz de protesta ante la falta del vital líquido.
Aproximadamente unas 15 personas se mantienen apostados sin interrumpir el tránsito vehicular para llamar la atención por la escases del recurso hídrico.
Los ciudadanos mostraron pancartas en el que exigen a la empresa Hidrocapital que cumpla con el cronograma del suministro del agua.
Lapatilla.com conversó vía telefónica con el presidente del Concejo Municipal de Baruta, Luis Aguilar, quien manifestó que han solicitado ante la estatal Hídrica que se respeten los ciclos de suministro del agua.
Aguilar informó que ha recibido información de que se han presentado fallas en Macaracuay y Paulo VI, lo que ha complicado la distribución del H2O en el municipio. Indicó que aun cuando este fin de semana hubo suministro de agua en Baruta, venían con dos semanas sin el servicio, siendo afectadas las urbanizaciones y sectores de la zona norte como La Tahona, Los Samanes, Guaicay, Terrazas de Santa Inés, Club Hípico, Las Minas, Las Daniela, La Naya, El Naranjal, Las Esmeraldas, entre otras.
“Los ciclos son irregulares, hay otras zonas como Santa Paula, Santa Clara, y Colinas de Tamanco, en que falla el servicio. El ciclo de Baruta debería ser de jueves a domingo, y se ha reducido a 24 horas nada más debido a las averías. Personalmente llevé una carta a Acueducto Metropolitano (Hidrocapital) solicitando que respeten y corrijan los ciclos en el municipio, que sean los correctos”, afirmó el jefe del legislativo municipal.
Por su parte, Carolina Soto, vecina y miembro de “Baruta En Movimiento”, señaló que tuvieron más de tres semanas sin agua.
“Programaron unos ciclos de racionamiento y se alargan más, acortando el tiempo de suministro de agua, y esto no va para mejor, sino para peor. Entonces casi todas las zonas altas de Baruta… están afectadas. No se ven, presión, planes de mejoras, baches, reparaciones, explosiones, un sin fin de daños pero no se ve las medidas necesarias”, indicó.
Soto agregó que la demanda es mucha y la respuesta poca y que los vecinos se sienten “ahogados en la sequía”.
