“¿Me abren por favor?”, tuiteó Esteban Cervi desde la caja de seguridad de una sucursal del banco Santander. Es que, luego de ingresar para buscar un reloj que pertenecía a su padre que falleció en 2013, se encontró atrapado entre las rejas y sin un método para volver a llamar al empleado que le había facilitado el ingreso. Cervi había llegado a hacer esa diligencia ayer, desde Madrid, donde vive.
Por La Nación
“Hola, Santander. Me dejaron encerrado en las cajas de seguridad. ¿Me abren por favor? Me cansé de gritar y no tienen timbre, por suerte llegan datos móviles”, escribió Cervi, desde su cuenta de Twitter, y su pedido de auxilio se viralizó a los pocos minutos.
Si bien el hombre gritó y trató de hacerse escuchar, nadie se percató de su problema adentro del banco. Tampoco atendieron sus llamados ni sus mensajes directos en Twitter. La solución llegó con un llamado al 911: 10 minutos después de contactarse con la Policía de la ciudad de Buenos Aires, Cervi fue rescatado.
Finalmente, Cervi recurrió a la policía para poder salir del lugar: “Llamé al 911, vino un patrullero a los 10 minutos. Escucharon que estaba gritando de adentro. Entonces un empleado vino a sacarme”.