Un estimado de 21 muertes violentas que involucraron a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, fueron monitoreadas por el Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre), durante 2021. Entre las víctimas se identificaron 11 homicidios y 10 muertes por intervención policial (MIP).
Así lo dio a conocer Carmen Julia Amundarain Ortiz, coordinadora del OVV Sucre, durante el Foro Regional sobre Violencia Estructural en la Familia, realizado en conjunto, con el OVV Mérida.
En la actividad, el OVV Sucre presentó los resultados de la investigación sobre Mortalidad y Otras Formas de Violencia contra la Niñez y la Juventud, realizado en la entidad durante 2021, y que abarcó entrevistas focalizadas, no estructuradas como parte de la técnica de investigación cualitativa, además de los resultados numéricos del monitoreo de prensa mensual de los delitos conocidos por la sociedad.
Durante su intervención, Amundarain destacó la afectación de la niñez y la juventud a través de la violencia intrafamiliar, sexual, explotación sexual, violencia estructural, migración familiar, desnutrición, y otros tipos de violencia que incluyen a organizaciones delictivas lideradas por jóvenes.
La coordinadora del OVV Sucre lamentó que en la entidad no se lleven ni se hagan públicas las estadísticas oficiales sobre nutrición desde el año 2014, y que los niños de bajos recursos económicos o pobreza extrema, no superen la desnutrición en el tiempo estimado de 3 a 8 meses cuando reciben atención médica y alimentaria.
Los valores absolutos y porcentuales de delitos de violencia interpersonal contra los niños y adolescentes, arrojaron que en torno a las 11 víctimas de homicidio, 79% de los casos registrados durante 2021 fueron víctimas del sexo masculino y 21% femenino. Asimismo, 73% de los casos fue homicidio intencional y 27% agresión grave mortal.
Sobre los grupos de edades de las víctimas de homicidio, destacaron de 18 a 24 años abarcando el 79% de los casos observados, y de 12 a 17 años, el 21%.
Asimismo, se reveló que de las 10 víctimas de MIP en 2021, 91% de los casos pertenecían al sexo masculino y 9% femenino.
En ese sentido, el rango de edades estuvo entre 0 y 11 años en 9% de los casos, y entre los 18 a 24 años en 91% de los hechos registrados.
“Los resultados evidencian que el perfil de las víctimas de violencia en la entidad sucrense fueron niños y jóvenes, donde el sexo masculino fue más susceptible a convertirse en víctima de violencia”, precisó Amundarain.
Municipios más violentos
El monitoreo del OVV Sucre arrojó que los municipios más violentos para la niñez y la juventud en la entidad fueron Sucre (Cumaná) 24% de los casos, Bermúdez (Carúpano) 20%, Arismendi (Río Caribe) 16%, Montes (Cumanacoa) y Ribero (Cariaco) 12% cada uno, Andrés Eloy Blanco (Casanay), Bolívar (Marigüitar), Cajigal (Yaguaraparo) y Cruz Salmerón Acosta (Araya), registraron cada uno el 4% de los casos.
“La calidad de vida de los niños y adolescentes en el estado Sucre es precaria. Además, esto priva el acceso a los derechos a la salud, educación, al agua potable y a la vida misma. Es así como en el contexto de la emergencia humanitaria compleja, las oportunidades que tienen los niños, niñas, adolescentes y jóvenes para su formación y desarrollo son muy bajas”, explicó.
La representante del OVV Sucre destacó que la entidad cuenta con una frontera activa especialmente hacia el mar Caribe desde los municipios Mariño y Valdez, que no ha reducido el nivel de incidencia de la migración, y semanalmente salen embarcaciones destinadas a trasladar personas a la isla de Trinidad y Tobago bajo el control de organizaciones delictivas.
“La mayoría de las personas que se van son mujeres, niños y jóvenes, y esta situación da paso a la trata de personas. El problema es conocido por las autoridades competentes y lamentablemente todos estos procesos han trascendido, porque se observa población controlada por Grupos Armados No Estatales (GANE), en comunidades como Río Salado, La Salinas y Guarán en el municipio Valdez”, añadió Amundarain.
Finalmente, la Coordinadora del OVV Sucre envió un llamado a la reflexión social y muy especialmente de las autoridades nacionales y locales en torno a la necesidad de garantizar la calidad de vida que requiere la niñez, la juventud y todos los sectores de la población para progresar y alcanzar el bienestar que merecen como seres humanos.
Con información de comunicado de prensa