Por Corresponsalía La Patilla
Los canoaberos han optado incluso por dejar sus fuentes de empleo en la parroquia Bejuma, que está a unos 35 minutos, y es donde está el fuerte comercial del occidente de la entidad, además que allí están los principales centros de salud.
“Yo tuve que renunciar al trabajo que tenía en Bejuma en una tienda de ropa, porque ya no me era rentable trasladarme a diario desde Canoabo”, expresó una pasajera de nombre Rosnely González, quien señaló que el pasaje está en 2 dólares en camionetica y gastaba 48 dólares mensuales en puro pasaje. Los carritos por puesto cobran tres dólares.
Aunado a esto, le costaba mucho regresar a su domicilio, ya que el horario del transporte público es hasta las 2:30 pm, con mucha suerte hasta las 3:00 pm. “Si se iba la última camioneta, tenía que pararme a esperar a alguien que me diera la cola”, dijo.
Ramón León, chequeador de la ruta Canoabo – Bejuma, señaló que los transportistas han sido golpeados duramente por la situación país. Indicó que antes de la pandemia padecieron por los repuestos para los vehículos, los cuales sufren un desgaste considerable por el mal estado de la vía.
Luego atravesaron la pandemia, la crisis del combustible y la falta de efectivo, que limitó a los pasajeros a viajar y esto hizo que muchos se retiraran. Detalló que de 12 camionetas que había, pasaron a tener cinco y además funcionan actualmente cinco carritos por puestos.
Añadió que ha bajado considerablemente el flujo de pasajeros y que muchas veces se van vacíos. “Lo que hacemos solo da para solventar la comida”, aseguró.
Es de resaltar que para esta ruta existía una cooperativa de transporte llamada José Theis, la cual adquirió sus unidades, una decena aproximadamente, a través de un crédito otorgado por el Gobierno nacional. No obstante, los usuarios denunciaron que desde el 2014 empezaron a sacar las unidades de la ruta para ponerlas a trabajar en empresas privadas, hasta que un día no siguieron trabajando y dejaron a los pasajeros a la deriva.
Explicaron que tras esta situación empezaron a surgir otras unidades de transporte y carritos de particulares quienes actualmente prestan el servicio.
“Ahora escuchamos que el alcalde quiere reactivar un transporte para la zona y se habla que le darán la concesión de la ruta otra vez a Theis. Solo esperamos que tomen en cuenta a los particulares que han venido trabajando y no los dejen por fuera, pues Theis abandonó a los usuarios sin importar nuestras necesidades”, expresó un usuario habitante de Canoabo, que pidió guardar su identidad.
Los canoaberos esperan que la nueva autoridad municipal mejore el servicio de transporte público, tomando en cuenta a quienes lo han venido haciendo desde hace muchos años.