El presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, William Anseume, se pronunció sobre la violencia desatada en el estado Miranda.
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Argumentó que esto no puede seguir ocurriendo en Venezuela y menos en la entidad, asegurando que las personas no tienen tranquilidad ni calidad de vida.
“La vida, increíblemente, carece de valor en todo el estado Miranda y en el país. De nada vale que sea un derecho humano de los principales. Lo acontecido en Ocumare del Tuy, que arroja hasta ahora cuatro personas muertas debe llamar por alguna vez a una profunda reflexión y a la acción. Los grupos de personas armadas, como bandas constituidas, no pueden estar por encima del control de las armas que deben poseer por obligación la Fuerza Armada y las policías del Estado. Revela que todos estamos expuestos, que todos somos ínfimos, vulnerables. La solución no puede ser un lejano oeste donde todos tengamos que armarnos para la mínima defensa de la vida. Esto no puede ocurrir, ni es para nada deseable”, dijo.
El profesor universitario insistió que los ciudadanos se sienten amenazados y que las autoridades competentes no hacen presencia para solucionar esta problemática.
“Los ciudadanos estamos cada día más inseguros, más indefensos. Si ni siquiera los agentes policiales pueden contener y evitar el accionar de los delincuentes mejor armados y entrenados, los ciudadanos somos víctimas diarias y perplejas. Por algo Miranda ocupa el segundo lugar de la violencia en Venezuela, según el Observatorio Venezolano de la Violencia, un organismo serísimo. Se debe trabajar profundamente en una operación desarme. En la ubicación de los grupos delincuenciales y en su sometimiento definitivo a la ley. Pero si se aúpa desde el poder; si desde el poder se les autoriza, si ni siquiera ley aplicada hay, cuando van a buscarlos ya esos grupos que se financian hasta internacionalmente tienen mayor potencial destructivo. Como hemos visto. Si la Fuerza Armada no cumple su verdadera misión sino que se enfrasca en el rebusque y otras acciones al margen de sus actividades, no habrá salida ni contención a la desatada violencia en Miranda y en el país. Definitivamente el país urge un verdadero y profundo cambio político, de orientación general nacional. Lo de Ocumare es una pequeña muestra en vidas de lo expuestos que estamos todos permanentemente”, cerró.