Andrei Medvedev, fue finalista de Roland Garros quien perdió la definición del mítico certamen sobre polvo de ladrillo ante Agassi, decidió sumarse a las tropas de Kiev para combatir contra la invasión rusa.
Por infobae.com
El ataque de las fuerzas de Rusia sobre el territorio de Ucrania desató una guerra y el principal objetivo del presidente Vladimir Putin pareciera ser tomar cuanto antes el control de Kiev, ciudad que tiene como alcalde al ex campeón mundial de boxeo Vitali Kitschko.
Tras casi tres semanas desde el inicio del conflicto bélico, el ex pugilista no es la única persona vinculada al deporte que se sumó al ejército local para resistir los ataques rusos. En esta lista también se ubican su hermano Wladimir Klitschko (también boxeador), Yuriy Vernydub (entrenador del Sheriff Tiraspol de Moldavia), Andrei Tchmil (ciclismo) y Sergiy Stakhovsky (ex 31° del mundo en 2010 del ranking ATP).
“La leyenda del tenis mundial Andrei Medvedev permanece en Kiev y está listo para enfrentarse al enemigo. Estoy increíblemente contento de ver al capitán del equipo nacional de tenis de Ucrania, Andriy Medvedev. Patriota de Ucrania”, escribió en su cuenta de Instagram.
Medvedev supo hacer historia dentro del ámbito deportivo y es un reconocido atleta en su país. En 1999 estuvo al borde de acariciar la gloria en el polvo de ladrillo de Roland Garros. Si bien en su camino dejó rivales de nivel como el estadounidense Pete Sampras y el brasileño Gustavo Kuerten , en la final no pudo mantener la ventaja de dos sets contra Agassi. Finalmente perdió el partido por 1-6, 2-6, 6-4, 6-3 y 6-4. Hasta aquella ocasión, sólo se había enfrentado una vez al norteamericano y había sido seis años antes, en las semifinales de New Haven en 1993: lo superó por 7-6, 3-6 y 6-4.
No obstante, quien supo ser el cuatro del planeta en esta disciplina en mayo de 1994 tuvo una laureada carrera dentro del circuito. Entre sus entre sus 11 títulos aparecen cuatro ATP Masters 1000 (Hamburgo, en tres oportunidades, y Monte Carlo). También levantó el trofeo en Long Island, New Haven, Barcelona, Estoril, Bordeaux, Stuttgart y Genoa. Más allá que acumuló siete finales a nivel singles, contabilizando la del Abierto francés y una en el Masters 1000 de París.
Para 1992 ya era parte de Top 100 del ranking y a mediados del 1993 dio el salto definitivo al Top Ten. Se mantuvo en los puestos principales durante más de un año y su nivel le permitió estar entre los veinte mejores del circuito durante casi tres temporadas consecutivas. Cuando llegó a las finales de Roland Garros, llevaba dos años de su último título y había descendido meses antes hasta el puesto 100 de la ATP, pero su espíritu le permitió dar un golpe sobre la mesa que lo hizo saltar 70 puestos para ubicarse entre los 30 mejores tras lo ocurrido en Roland Garros. Si bien batalló y estuvo ubicado 20 del mundo en el nuevo milenio, su trayectoria profesional lo vio despedirse pocos meses más tarde.