Los combos de alimentos que llegan por parte de los Centros Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) vienen dañados y hasta podridos.
Por Jesús Quintero / Corresponsalía lapatilla.com
La pasta llega podrida, el arroz con gusanos y coquitos, frijoles chinos y la harina precocida. A veces incluyen azúcar y hasta mantequilla. Desde hace tiempo ya no ven la leche en polvo o el litro de aceite que no faltaba.
A veces trae un atún, pero se les olvidó desde hace meses.
La repartición de este beneficio era regular hasta el término de la campaña electoral en el mes de noviembre. Ahora de vez en cuando se acuerdan de las comunidades.
Los ciudadanos han denunciado el desmejoramiento de la calidad de los productos que vienen en el interior de la caja o la bolsa, que en ocasiones ni si quiera viene sellada.
Familias de sectores populares como San Jacinto, sector Negro Primero, y Pueblo Nuevo, califican como una burla esta situación. La crisis económica impide que los padres de familia puedan costear de manera completa todos los productos de la canasta básica alimentaria, debido al bajo poder adquisitivo y la inflación que golpea el bolsillo de los merideños.