La mañana de este jueves, 24 de marzo, el personal sanitario del Ambulatorio Salvador Allende de Cumaná, capital del estado Sucre, protestó en las afueras del recinto para denunciar las malas condiciones en las que vienen trabajando desde hace años.
Víctor Federico González // Corresponsalía lapatilla.com
El dirigente gremial, Pedro Carvajal, informó que desde hace un mes se encuentran trabajando sin agua porque se quemó la segunda bomba del centro de salud. Hace seis meses se quemó la primera y se requieren aproximadamente $2.000 para solventar este problema, recursos que cubren cuatro meses de insumos.
La ausencia del servicio de agua obliga al personal a cargar envases con agua para mantener algunos servicios abiertos. “El recurso humano está haciendo un esfuerzo sobrehumano para poder seguir atendiendo a la población de Caigüire y comunidades aledañas”, dijo Carvajal.
Carvajal catalogó que el centro de salud se encuentra desmantelado. Explicó que hay cuatro camas desaparecidas que se llevaron las autoridades sanitarias por la contingencia del Covid-19 y no han sido devueltas, la máquina de anestesia se la llevaron al Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), la máquina de rayos X fue trasladada al Hospital “Dr. Julio Rodríguez” en la capital sucrense y desde hace cinco años los instrumentos del laboratorio están quemados.
Para Yulimar Ribero, cristalera de laboratorio, es necesario la dotación de equipos de bioseguridad y materiales de limpieza. Ribero es una trabajadora que ante los bajos salarios ha tenido que recurrir a un segundo trabajo, de doméstica de un apartamento, para poder sobrevivir.
Se pudo conocer que han enviado oficios a las autoridades sanitarias sobre las circunstancias en las que se encuentran y no reciben respuestas, por lo que exhortan al gobernador chavista de Sucre, Gilberto Pinto y al régimen de Nicolás Maduro a atender estos problemas.