La Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), la mayor organización universitaria del país, realizó este viernes un paro nacional y una gran marcha por el centro de Santiago para pedir más ayudas sociales para los universitarios ante el encarecimiento del costo de vida.
Se trata de la primera manifestación universitaria celebrada desde que asumió el pasado 11 de marzo el Gobierno del progresista Gabriel Boric, quien fue un destacado líder estudiantil cuando era alumno en la Universidad de Chile hace una década.
En concreto, los universitarios reclaman un aumento de la Beca de Alimentación de la Educación Superior (BAES), que hace 10 años se fijó en 31.000 pesos chilenos mensuales (40 dólares) y desde entonces no se ha modificado.
“Creemos que ahora es el momento para manifestarnos, luego de todo un año tratando de generar reuniones, instancias de conversación y diálogo y de que no hayan sido escuchadas nuestras demandas”, dijo la vocera de CONFECH, Noemí Quintana.
La líder estudiantil explicó que el objetivo es subir la beca hasta los 48.000 pesos chilenos (61 dólares) y extenderlos a los meses de enero y febrero, cuando es el descanso estival, porque “como estudiantes también nos alimentamos”, apuntó.
“Es muy necesario que como estudiantes volvamos a las calles luego de dos años en pandemia en nuestras casas, ahora es el momento”, agregó Quintana.
Al grito de “¡32.000 pesos no son los mismo que hace 10 años!”, los manifestantes transitaron por una de las principales vías de la capital chilena, en una marcha que transcurrió sin incidentes.
Los universitarios también pidieron la renuncia del director de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), Jaime Tohá, quien está en el cargo desde el segundo mandato de la socialista Michelle Bachelet (2014-2018).
Boric, de 36 años, es el presidente más joven de la historia chilena y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques de centro que gobernaron Chile desde el retorno a la democracia en 1990.
El exlíder estudiantil gobierna gracias a una coalición entre su partido, el Frente Amplio, y el Partido Comunista y ha prometido una agenda de cambios profundos para instalar en Chile un estado de bienestar similar al de Europa.
De momento, tiene una aprobación de más de 50 % y, aunque fue muy cercano a las revueltas de 2019, hay un sector de aquellas protestas que no le apoya y que ha prometido seguir saliendo a las calles.
EFE