Nudismo, borracheras… ¿y eructos?: la vida y muerte de la reina más extraña de España

Nudismo, borracheras… ¿y eructos?: la vida y muerte de la reina más extraña de España

Retrato de Luisa Isabel de Orleans, por Jean Ranc

 

 

Un doble acuerdo matrimonial cerró en 1720 la guerra que mantuvieron la España de Felipe V y la de Francia de Luis XV, gobernada por el Duque de Orleans, junto a las potencias europeas que pretendían mantener las condiciones del Tratado de Utrech. Con esta paz, sellada con un teatral intercambio de reinas en la Isla de los Faisanes (el Condominio más pequeño del mundo), se puso fin al conflicto con el compromiso de la infanta María Ana Victoria, Marianita, de cinco años, con el Rey de Francia, Luis XV, apenas un adolescente. A su vez, la tercera hija del Duque de Orleans, Luisa Isabel de Orleans, se casó con el primogénito de Felipe V: el futuro Luis I. Un intercambio de reinas que resultó desastroso.

Por ABC

La joven sin nombre

Luisa Isabel de Orleans y Borbón nació el 9 de diciembre de 1709 en el Palacio de Versalles, siendo hija del Duque de Orleans, considerado un hombre de vida disoluta y gran talento para el gobierno. El poco interés del duque en sus hijos, sobre todo en los de sexo femenino, provocó en ellos comportamientos extremos en su edad adulta. Luisa Isabel apenas recibió educación, siendo el único interés de sus padres el que se casara lo más pronto posible. De hecho se dice que la decepción de la familia porque no fuera un varón provocó que ni siquiera recibiera nombre ni fuera bautizada, siendo conocida en su infancia simplemente como Mademoiselle de Montpensier. La niña se crió en un convento cercano a París, hasta que fue reclamada para casarse con el heredero a la Corona española. El salto, desde luego, no pudo ser más largo.

El avance de la enfermedad de Felipe V, que mostraba las primeras fases de un trastorno bipolar, forzó al Rey abdicar a principios de 1724 en favor de su hijo mayor, Luis. Felipe tomó aquella decisión porque veía que los estragos de su enfermedad no le permitían seguir en el trono, aunque no faltaron quienes insinuaron que se trataba del primer paso para reinar en Francia si fallecía prematuramente Luis XV. Su salida de Madrid en dirección al Palacio de la Granja coincidió con el ascenso al trono de Luis y de su problemática esposa. Los trastornados que entraban por los que salían…

El 9 de febrero de 1724 Luis I fue proclamado Rey, mientras Luisa Isabel desplegaba las mismas extravagancias como Reina que habían desconcertado a todos como Princesa de Asturias. El embajador inglés Stanhope se alarmó ante la escalada de locura de la joven:

«No hay nada que justifique la conducta inconveniente de la Reina. A sus extravagancias, como jugar desnuda en los jardines de palacio; a su pereza, desaseo y afición al mosto; a sus demostraciones de ignorar al joven monarca, responde el alejamiento cada vez más patente de Luis hacia ella».

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