Investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independiente (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó este lunes no tener información que indique que alguno de los estudiantes de Ayotzinapa que desaparecieron en septiembre de 2014 esté con vida.
“Lamentablemente hasta ahora no hemos tenido ninguna noticia que nos dé indicaciones de vida de los estudiantes, sino solo datos sobre fosas donde podría haber personas sin vida”, indicó el investigador chileno Francisco Cox, durante la presentación del tercer informe sobre el caso en la Ciudad de México.
El investigador lamentó también que en este tercer informe no pudieran dar a conocer avances del paradero de los estudiantes desaparecidos, debido principalmente “a la destrucción de evidencia, los obstáculos y la construcción de la mentira desde las más altas esferas”.
Y señaló que el GIEI solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que libere la información al respecto al caso pero han encontrado barreras.
Según la polémica versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los 43 estudiantes de la escuela para maestros rurales de Ayotzinapa fueron detenidos el 26 de septiembre de 2014 por policías corruptos en Iguala (Guerrero) y entregados al cartel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en un río.
Esta versión siempre fue cuestionada por los familiares de las víctimas y por el GIEI, que en los dos anteriores informes -presentados en 2015 y 2016- señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en el basurero.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador reabrió el caso en 2018 y derrumbó definitivamente esta versión oficial del Gobierno de Enrique Peña Nieto al identificar restos no calcinados de dos de los estudiantes, Christian Rodríguez en 2020 y de Jhosivani Guerrero en junio pasado, ambos en la barranca de la Carnicería, fuera del basurero.
Estas dos se sumaron a la de Alexander Mora, cuyos restos fueron hallados en el río en 2014.
En ese sentido, la colombiana Ángela Buitrago, también investigadora del GIEI, dijo que es “claro, lamentable y verificado que ya algunos de los estudiantes han aparecido sin vida” y aseguró que los padres de los desaparecidos han pedido que les digan la verdad “por cruda que sea”
Refirió además la implicación del crimen organizado en el caso, pues afirmó que hay 22 personas que pudieron haber tenido información relacionada y que hoy están muertas.
Algunos, dijo Buitrago, eran parte de la delincuencia organizada, otros eran testigos y posibles implicados en las desapariciones de los estudiantes.
El nuevo informe, divulgado este lunes por el GIEI, denunció más “simulaciones” en la llamada “verdad histórica” sobre la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en México, así como la ocultación de información y la probable participación en más hechos de las Fuerzas Armadas.
“Hay tres momentos clave de simulación. Las autoridades omitieron y cambiaron información para ocultar lo que sabían. Por ejemplo, se decide capturar a personas como posibles responsables y a partir de esas detenciones se elabora una versión de los hechos”, indicó previamente en Twitter el grupo de expertos independientes que presentó este lunes el informe.
EFE