El Palacio de Justicia en Barquisimeto, estado Lara, presenta innumerables problemas y justamente con el apagón obligatorio que hubo el lunes 28 de marzo desde las 9:00 de la mañana, cortesía de Corpoelec Lara, terminó por paralizar la justicia larense.
Corresponsalía lapatilla.com
Así lo denunció el abogados Napoleón Orellana, coordinador de la Asociación de Abogados Independientes en la región.
Indicó el abogado al inicio de la semana no se pudo hacer absolutamente nada debido al racionamiento eléctrico que se ha venido incrementando en la zona, afectando considerable una institución tan importante como el Palacio de Justicia, que engloba los circuitos Penales, Civiles, de Violencia, de Protección, Laboral y Mercantil que despachan hasta mediodía.
Los trabajadores son obligados a abandonar sus puestos de trabajo una vez que inicia el racionamiento eléctrico.
“Nosotros nos encontramos de una manera lesionada, por cuanto además del retardo procesal que existe, además de la carencia que hay en muchos despachos que ni siquiera tienen una impresora, el retardo por otras causas, ahora se nos viene el problema del servicio eléctrico“, criticó el profesional del Derecho.
Orellana, acompañado de un grupo de abogados que hacen vida diaria en el Palacio de Justicia, no se explica por qué no está habilitada una planta de energía eléctrica exclusivamente para que la administración de justicia del estado Lara marche a cabalidad y no tengan que padecer familiares de detenidos, personas y abogados que vienen de otras regiones a introducir documentos y pierden el viaje, porque no hay luz.
“No es posible que esta problemática esté pasando en el circuito piloto de la administración de justicia, paralizando totalmente el ejercicio del derecho y todos los actos que conllevan a la sociedad civil larense en todo sentido” destacó.
Afirman los afectados que estos apagones suceden 3 o 4 veces a la semana y en cualquier horario, sobre todo a las 9:00 de la mañana y las 12:00 del mediodía, apagando todo el sistema computarizado, generando el colapso de los recintos carcelarios con detenidos que esperan traslados y audiencia, pero con una boleta que no llega por falta de electricidad.
