Sinead Hudson se despertó con fiebre. Tenía 41°C y deliraba. Llevaba casi 20 días con covid, sin embargo los síntomas no cedían. Su marido Rob insistió en que las cosas no cuadraban, que no podía ser que el virus fuera la causa de todo este malestar. Temió que en realidad fuera sepsis y la llevó a Urgencias.
Por: Clarín
Sus vacaciones románticas en Ibiza habían cambiado rotundamente desde el 2 de enero, en que el test de coronavirus dio positivo. A partir de ese día ella se sentía débil, cansada, con fiebre y mucho malestar, aunque les llamó la atención que Rob, que también se había contagiado, no lo había padecido tanto.
“Yo estaba bastante mal, muy débil y cansada, pero mi pareja no y pensamos que solo afecta a algunas personas de manera diferente a otras”, explicó a The Sun y describió cómo fue su cuadro: “Estuve tosiendo y tuve mucha fiebre durante más de dos semanas”.
La situación se volvió extraña cuando Sinead volvió a hisoparse y el test de covid arrojó un resultado negativo. Ya no tenía más covid pero ella seguía sintiéndose demasiado mal. “Estaba tomando paracetamol para bajar la fiebre, pero tan pronto como me bajaba la temperatura, el efecto se cortaba y volvía a subir”.
Sin embargo, como ella pensaba que todo era un simple covid que en breve pasaría, evitó ir al médico. Hasta ese 21 de enero en que Sinead llegó a los 41° y Rob se cansó de verla sufrir. Con la sensación de que las cosas podían ser muy graves, la llevó al hospital de la isla española. “Ya eran mediados de enero y yo seguía enferma, realmente no comía”, contó la joven.
“Pensé que era solo una infección o un covid prolongado y quería que me dieran antibióticos para poder irme a casa, pero me dijeron que necesitaban averiguar cuál era la infección”.
La británica de 30 años pasó cuatro días internada y los médicos decidieron hacerle una biopsia de médula ósea para tratar de entender su fiebre alta. Dos horas después, el médico volvió a decirle el resultado: “Tenés una leucemia aguda”.
“Todo se puso blanco y mis oídos empezaron a zumbar. Sentí como si mi cerebro se hubiera detenido y no podía asimilar nada de lo que me estaba diciendo”. Millones de sentimientos atravesaron a la joven hasta que reaccionó y se decidió a luchar contra la enfermedad: “Tuve un sentimiento abrumador de que quería vivir. No puedo explicar cómo es eso”.
Sinead reservó el próximo vuelo a casa en el Reino Unido para recibir tratamiento en el Royal Berkshire Hospital cerca de su hogar en Reading. Su mamá, papá y hermana la recibieron en el aeropuerto para llevarla directamente al hospital mientras Rob recogía sus pertenencias en Ibiza. “Simplemente cerré los ojos y mi hermana me sostuvo esos días porque Rob aún no había regresado”.
Allí el diagnóstico fue leucemia linfoblástica aguda. De acuerdo al medio británico, la enfermedad hace que la médula ósea libere glóbulos blancos antes de que estén listos, lo que hace que los pacientes sean más vulnerables a las infecciones.
Sinead cuenta con un punto a favor en medio de esta terrible lucha contra el cáncer, la enfermedad fue detectada rápidamente y todo gracias al coronavirus. “El covid es mi gracia salvadora por sacar esto a la luz… Creo que potencialmente ayudó a detectar las cosas muy temprano para mí”.
De inmediato arrancó la quimioterapia. Un tratamiento invasivo y doloroso al que debió afrontar completamente sola porque estaba aislada en el hospital. “Fue difícil, pero las enfermeras fueron increíbles”.
Ayudar a otros, su mejor tratamiento
A partir de ese momento, la cuestión anímica se vuelve clave. Encarar las cosas con optimismo puede ser fundamental para que el cuerpo reaccione como se espera ante la enfermedad. Ella lo entendió desde el primer momento y es por eso que buscó la manera de mantenerse con la cabeza ocupada. Así que Sinead decidió lanzar una campaña en las redes sociales.
“Quería crear conciencia sobre las organizaciones benéficas que apoyan a las personas con cáncer en la sangre y recaudar dinero para el barrio de Adelaida donde estaba recibiendo tratamiento”, declaró.
Su primera publicación para Blood Cancer UK recaudó más de 7.000 dólares, lo que la animó a crear una página de JustGiving. En 10 días, había recaudado poco menos de 10.000.
De momento viene respondiendo bien a la quimioterapia, pero aún queda un largo viaje por delante. La lucha para recién empieza y ella lo sabe bien: “Mi vida está en pausa en este momento, pero volveré más fuerte. No voy a perder esta”.