Curiosidad, hormonas en plena efervescencia y sin la debida orientación familiar son el volcán que asfixia a los adolescentes en el disfrute de su sexualidad, frente a planes que deberían ser más contundentes con el soporte de la formación desde el hogar y refuerzo docente. La erupción termina con embarazos no deseados que pueden ser desde los 13 años de edad, promiscuidad sin la debida protección y contagio de infecciones como el Virus de Papiloma Humano (VHP), que ocupa el primer sitial con 60% de incidencia en Lara. Además de esa anticipación de hembras desde los 16 años a formalizarse con parejas mayores.
Por Guiomar López | LA PRENSA DE LARA
Uno de los mayores retos sigue siendo romper con la resistencia de los varones al uso del preservativo, sin la excusa de sacrificar el placer y hasta la conciencia de las menores a exigir su derecho a estar protegidos, al condicionar con el uso del condón que puede ser hasta femenino. Además de la responsabilidad para entablar la sana sexualidad.
Ricardilis Hernández, coordinadora del Programa de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y VIH, confirma los riesgos del tiempo de ocio y falta de orientación de la familia, con el pensamiento errado de perder el disfrute con el uso del preservativo. Lamenta que ignoren el goce desde la promiscuidad sin responsabilidad, cuando el VPH ocupó el primer lugar en 2021 con 60% de incidencia de los casos y dejando en segundo lugar a la gonorrea con el 30%. Los riesgos siguen en ese avance silencioso, que sin el control médico termina en cáncer de cuello uterino y amputaciones de pene por el avance de las células cancerígenas.
Hablar desde la cruda realidad es lo que implementan en las charlas en planteles educativos, ambulatorios o en comunidades. Según Hernández, abordan desde ese impacto visual que genere un cuello uterino cundido de lesiones o el glande del pene a reventar por el cúmulo de verrugas, tan parecido a un coliflor. Mientras con los mecanismos anticonceptivos, de acuerdo con la solicitud de centros asistenciales dotan el dispositivo intrauterino, píldoras y las más solicitadas son las inyecciones trimestral.
“Sin caer en ese chantaje de confianza”, advierte Azorenny Bracamonte en la fundación de Planificación Familiar Alaplaf, de ese derecho a las hembras a la protección ante las ITS con el anticonceptivo y de esos embarazos en adolescentes, porque han seguido atendiendo casos de 13 y 14 años de edad. En el primer trimestre de 2022 han orientado a más de 30 jóvenes acerca de la responsabilidad de su sexualidad, además del sondeo que realizan desde sectores de El Trompillo, El Ujano, Tierra Negra, Ruiz Pineda, Zanjón Colorado y El Trigal.
Gerardo Pastrán, desde Projumi, comenta los riesgos por la falta de información sobre la iniciación responsable en la sexualidad y le llama la atención los 17 casos de hembras viviendo con parejas mucho mayores que ellas en lo que va de 2022. Las edades de estas muchachas es de 16 a 18 años y suele pasar con más frecuencia en zonas foráneas.
También refiere de ese vacío entre los jóvenes por una especie de desolación y que ni los lleva a imaginarse un proyecto de vida, al punto que abandonan los estudios y suelen resignarse a vivir en pareja. Una constante que aprecian en los municipios Morán, Jiménez y Simón Planas. La acción debe empezar con el pilar sólido de la orientación familiar y que eviten la búsqueda entre terceros, anclados al mito del uso del condón, porque protege y no resta placer.
Toda discusión es abierta
La sexualidad, como la dimensión completa de la personalidad es el llamado del psicólogo, Gerardo Sánchez, en torno a la necesidad de la información temprana y abierta con los adolescentes. La confianza es el plato fuerte de este tipo de temas, con exceso de especulaciones y mitos.
Un hijo con todas las dudas aclaradas en casa no tendrá confusión en su identidad de género y hasta romperá esas barreras del machismo, acerca del uso del preservativo visto como un mecanismo indispensable para prevenir infecciones. Transformar la masculinidad y que las hembras tengan su derecho a estar protegidas, más allá del embarazo no planificado.
“En lugar de imposiciones, es acompañar las formas y libertades de los adolescentes”, recuerda Sánchez, sin hacerlos víctimas del sistema en general.