Producto de un increíble descuido, un funcionario puso en peligro la vida de las tropas especiales británicas y estadounidenses que están destinadas en Afganistán.
Por: Clarín
Sucedió que el funcionario Angus Lapsley, que es diplomático en el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, olvidó en un parada de autobús documentos altamente clasificados del Ministerio de Defensa.
En ellos, según explicaron desde la BBC, se detalla la ubicación exacta de las fuerzas especiales británicas y estadounidenses en Kabul.
Los documentos secretos, marcados como “Secret UK eyes only”, fueron recogidos por un transeúnte en Kent en junio del año pasado y decidió entregados a la BBC.
Se trataba de una pila de casi 50 archivos que Lapsley, que tiene 52 años y es egresado de prestigiosa Universidad de Oxford, extravió insólitamente. Lapsley aspiraba a convertirse en el embajador del Reino Unido en la OTAN.
Según la BBC, una fuente reveló que los estadounidenses están “furiosos” y que el episodio provocó una disputa transatlántica “difícil de dimensionar”.
En tanto, el Times inglés contó que se teme que exista una brecha, entre el momento del olvido y cuando el transeúnte las halló, que pueda poner en peligro la vida de los hombres y mujeres del servicio militar estadounidense, muchos de los cuales se encontraban en los mismos lugares que sus homólogos británicos.
La fuente, agrega Times, dijo que los documentos enumeraban el número exacto de soldados en las áreas repartidas por Kabul, que cayeron ante los talibanes en agosto pasado tras la retirada de Estados Unidos y el Reino Unido.
Un portavoz del gobierno del Reino Unido le dijo a MailOnline que a Lapsley se le suspendió la autorización de seguridad mientras se realiza una investigación completa de “todo lo sucedido”.
Siempre de acuerdo a la fuente, Lapsley habría recogido la pila de documentos de la bandeja de entrada de su escritorio y se las llevó a casa sin prestar demasiada atención.
Fue a la mañana siguiente cuando se le cayeron de la bolsa mientras se dirigía hacia el trabajo, según declaró, antes de que los encontraran mojados y amontonados en la parada del autobús.
Lapsley trató de minimizar la pérdida de los documentos alegando que no eran de naturaleza muy confidencial, pero la BBC demostró luego que en efecto contenían memorandos altamente clasificados.
Lapsley evitó ser acusado de violar la Ley de Secretos Oficiales y fue reubicado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, perdiendo su promoción en la OTAN, además de que se le suspendió la autorización para acceder a documentos clasificados.
En tanto, el ex agregado militar en la embajada británica en Kabul, el coronel Simon Diggins, le dijo al Times que la información sobre el paradero de las fuerzas especiales era “normalmente muy sensible y profundamente reservada”.
“Las operaciones de las fuerzas especiales se consideran muy discretas, por lo que la revelación de esa información lo consideraría una grave violación de la seguridad”, añadió.