Un hombre negro tirado boca abajo presuntamente armado con una pistola eléctrica fue abatido a quemarropa por un agente de la Policía que lo detuvo, en la localidad de Grand Rapids, Michigan (EE UU) una vez que lo tenía inmovilizado contra el suelo.
Por 20 minutos
Los hechos ocurrieron el pasado 4 de abril, pero este miércoles la Policía decidía hacer público el vídeo de la detención en la que murió Patrick Lyoya, de 26 años, lo que ha vuelto a provocar protestas en las calles contra la brutalidad policial con la comunidad afroamericana.
Según la versión policial, el agente ordenó repetidamente a Lyoya que “soltara” su pistola Taser. La Policía ha publicado cuatro vídeos, aunque no ha querido facilitar la identidad del agente que mató a Lyoya.
Esta nuevo episodio de muerte a manos de la Policía ha ocurrido en Grand Rapids (Michigan), una ciudad de aproximadamente 200.000 habitantes se encuentra a unas 150 millas (240 km) al noroeste de Detroit.
Protestas cívicas
En los vídeos se ve cómo Lyoya huye del oficial que lo detuvo por conducir con una matrícula que no pertenecía al vehículo. Tras una persecución, tuvieron una discusión sobre el arma que duró unos 90 segundos. Cuando lo tenía inmovilizado con su rodilla en la cabeza, le disparó en la cabeza.
La policía estatal de Michigan ha anunciado una investigación del suceso.
Lyoya, originario de la República Democrática del Congo, era padre de dos hijas. Según medios anglosajones, “Llegó a Estados Unidos como refugiado con su familia huyendo de la violencia”.
Horas después, un centenar de vecinos organizó una protesta frente al ayuntamiento de Grand Rapids bajo las pancartas en las que se leía: “Las vidas de los negros importan” y “Sin justicia, no hay paz”.
