Los ciudadanos venezolanos que han migrado a Colombia por cuenta de la crisis humanitaria y económica del país vecino se enfrentan a graves condiciones de precariedad laboral: trabajan más que los nacionales, ganan menos y se desempeñan en actividades concentradas en comercio, transporte informal, servicio doméstico y construcción.
Por El Tiempo
Esta realidad quedó reflejada en la tercera ronda de la encuesta Pulso de la Migración, del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que se les aplicó a 6.744 migrantes (equivalentes a 3.288 hogares), entre el 7 de diciembre de 2021 y el 24 de febrero de 2022, en 23 capitales del país.
De acuerdo con los encuestados, el 80,8 por ciento de quienes trabajan no suscribieron un contrato escrito, sino verbal con sus empleadores. Otro punto que llama la atención está ligado a la intensidad de la jornada laboral de los migrantes.
Mientras que Colombia está dando pasos para reducir las horas de trabajo a la semana —la Ley 2101 de 2021 busca que sean 42 para 2022—, el estudio del Dane revela que el 77,9 por ciento de los venezolanos encuestados sobrepasan esta meta. Incluso, preocupa que dos de cada 10 migrantes trabaja más de 61 horas a la semana.
La situación, sin embargo, no dista en gran medida de la situación del resto de trabajadores del país pues el 62 por ciento de las personas ocupadas trabajan más de 40 horas, es decir, seis de cada diez empleados.
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