El pasado 13 de abril al régimen de Nicolás Maduro se le ocurrió aprobar un cambio “estético” en la bandera, el himno y el escudo de Caracas, dando así por terminada una tarea que comenzó la exalcaldesa, Erika Farías en el año 2018.
Por Ana Guaita Barreto / lapatilla.com
En principio, el chavismo tenía planificado presentar este proyecto el lunes 18 de abril para llevar a cabo su formalización este 19, sin embargo, como toda acción del régimen, esta decisión fue tomada de manera arbitraria y express… los símbolos fueron elegidos por medio de un “concurso abierto” muy poco promocionado sobre el que los caraqueños no tenían conocimiento alguno.
Este cambio elimina de forma definitiva al león del escudo que hacía referencia al nombre originario de la ciudad: Santiago de León de Caracas, borrando así parte de la cultura y la historia capitalina.
Y no solo suprimió este icónico complemento del escudo… la bandera caraqueña también sufrió un vuelco total, pues el emblema capitalino en el pabellón rojo, que representaba la sangre de los guerreros de la ciudad en la época independentista, fue sustituido por la silueta del cerro El Ávila (o como el chavismo lo llama, el Waraira Repano) dentro de un triángulo sobre un fondo del mismo color.
El rugido del león del escudo y su voz quedaron silenciados al ser el himno de la ciudad otra víctima de este capricho de Maduro: la anterior composición poética quedó sin efecto y la nueva letra habla de los hechos ocurridos en Caracas durante el 27 de febrero de 1992, dejando ver el pensamiento izquierdista que pretenden inculcar en la psiquis de los habitantes de la capital de Venezuela.
El equipo de lapatilla.com quiso conocer de primera mano la opinión de los caraqueños en cuanto a esta nueva imposición de Maduro, que pretende dejar a un lado la realidad aprendida durante años por los ciudadanos para implementar una nueva “verdad” sobre los hechos ocurridos en el pasado que dieron inicio a la actualidad que se vive hoy en día.