Trabajadores de Cartones de Venezuela exigen reactivación de la planta en Yaracuy y la destitución del gerente chavista

Trabajadores de Cartones de Venezuela exigen reactivación de la planta en Yaracuy y la destitución del gerente chavista

 

 





 

 

Los trabajadores de Cartones de Venezuela (antigua Smurfit Kappa), en el estado Yaracuy, denunciaron que llevan mucho tiempo parados y “no tienen ni idea” de cuándo se reactivará la producción en la planta. Esto los mantiene en constante zozobra, ya que no tienen estabilidad económica ni laboral, de acuerdo a lo expresado por un grupo de trabajadores de la empresa, quienes destacaron que hay empleados que ya tienen entre 25, 30 y hasta 40 años prestando sus servicios y actualmente no están percibiendo ningún tipo de beneficios ni pago.

Por lapatilla.com / Con información de Nota de Prensa

Denunciaron que “toda la planta se encuentra completamente fuera de servicio, ya que todas las estructuras están deterioradas, colapsadas, necesitan mantenimiento urgente, sobre todo en el área de la lavadora, en el área química, área de las máquinas, batidores, planta de pulpa, entre otras”, motivo por el cual no están laborando y no hay producción de ningún tipo, por lo que solicitan que la empresa Topenca C.A., la cual había sido designada para el manejo y activación de la planta, asuma nuevamente las instalaciones y el control del proceso.

 

 

“Hay otras empresas que dependen de la producción de nosotros y, por ende, se paraliza gran parte de la economía de Venezuela”. Cartones de Venezuela consolida la producción de papel para el sector alimento, tanto público como privado. La producción incluye sacos de papeles multipliegos para cemento, leche en polvo, azúcar industrial, cal, entre otros.

 

 

Denunciaron que el actual gerente, Hugo Cabezas, exgobernador del estado Trujillo, no se ha manifestado como tal, y no les ha dado una respuesta sobre el pago del nuevo aumento salarial decretado por el régimen chavista.

 

 

Los trabajadores exigen la destitución inmediata de Cabezas por su mala gestión como gerente de la empresa. “Todas las actividades productivas están paralizadas, además del pago miserable a los trabajadores, incumpliendo con la ley del trabajo y los decretos presidenciales”.

 

 

También lo responsabilizan “por el desvío de madera, desincorporar maquinaria útil y venderla como chatarra, incumplimiento y mentiras a trabajadores y finalmente el incumplimiento a Topenca, C.A”, una empresa aliada, con la cual firmaron una alianza legal y que fue la encargada de echar a andar la planta, siendo despojada de la misma y de los compromisos adquiridos.