Miguel Cabrera recibió base por bolas intencional en el octavo inning con 2.999 hits en su carrera, lo que desencadenó un fuerte coro de abucheos y cánticos burlones en el Comerica Park cuando los Tigres de Detroit derrotaron este jueves 3-0 a los Yankees de Nueva York.
Por AP
Traducción libre lapatilla.com
Cabrera se fue de 3-0 con dos ponches, lo que lo obligó a él y a los fanáticos de Detroit a esperar al menos otro día para que alcanzara la marca de los 3,000, un hito que solo 32 jugadores han alcanzado en la historia de las Grandes Ligas.
Adelante 1-0, los Tigres llenaron las bases sin outs en el octavo ante Miguel Castro. El relevista Lucas Luetge consiguió que Jeimer Candelario pegara una remontada que se convirtió en doble matanza.
Eso llevó a Cabrera al plato con dos outs y corredores en segunda y tercera. El toletero de 39 años ni siquiera logró entrar en la caja de bateo cuando el mánager de Nueva York, Aaron Boone, levantó cuatro dedos para darle a Cabrera, un ex compañero de equipo de los Marlins, un pase libre a la base desocupada.
Miggy's always been about wins. pic.twitter.com/tOmlshzCOT
— Detroit Tigers (@tigers) April 21, 2022
Cuando terminó la entrada, Cabrera extendió las manos como para decirle a la multitud que estaba bien con cómo fueron las cosas. Luego levantó tres dedos e hizo un gesto hacia el marcador para indicar las carreras que su equipo había anotado en un día soleado de 60 grados en Motor City.
“Ese es el juego hermoso del béisbol”, dijo Cabrera afuera de la casa club cuando terminó el juego.
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