Querer construir una narrativa propia, una idea de “identidad” llena de adjetivos y lugares comunes, es lo que ha venido creando el chavismo desde hace varios años. Cambiando nombres de lugares icónicos así como símbolos patrios ha sido el guion de la cúpula chavista, diseñado para “afincar” en el imaginario colectivo una idea de “nueva historia con nexos a las raíces criollas”.
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Desde el cambio de El Ávila, nuestra majestuosa montaña a Waraira Repano, Avenida Francisco de Miranda a Cacique Guaicaipuro, el emblemático León de Caracas, ubicado en la entrada de Fuerte Tiuna para colocar la estatua de la India Apacuana, Parque Rómulo Betancourt – parque del Este- por Parque Generalísimo Francisco de Miranda, ha sido solo algunos de los casos en los que el régimen ha decidido cambiar su nombre.
El más reciente fue el cambio de los símbolos patrios de la ciudad de Caracas, caracterizado por su emblemático León en el escudo ahora conformado por una estrella roja con tres rostros: el de Simón Bolívar, una mujer afrodescendiente y un indígena con una cinta tricolor en su cabeza. Dicha medida generó la reacción inmediata de los venezolanos, en especial a los caraqueños.
En este sentido nuestro equipo quiere conocer la perspectiva de los venezolanos ante los cambios que ha diseñado la cúpula chavista durante todos estos años, queriendo ¿borrar la historia del país?