Una vez a la semana es el promedio entre las parejas establecidas; sin embargo, tenerlo con mayor frecuencia no se asocia con un mayor bienestar ni satisfacción.
Por TN
Este año volvió a explotar la imagen de una de las parejas más mediáticas de Hollywood: Ben Affleck y Jennifer López se reencontraron después de 20 años.
Según trascendió, la pareja se encuentra preparando su contrato prenupcial. La sorpresa llegó cuando se conoció que una de las cláusulas establece que deberán tener sexo al menos cuatro veces por semana.
“Hay que romper un concepto que todavía está arraigado, de que tener sexo es solo genitalidad. Es una mirada muy focalizada en el coito cuando en realidad el encuentro sexual es erótico-sexual, por lo tanto comprende toda una serie de prácticas que van desde caricias, besos, masajes, abrazos, sexo oral, masturbación. Es decir, un conjunto de acciones que pueden finalizar o no en un coito”, define el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin (M.N. 74.794), autor de ‘La Heterosexualidad sale del Closet’.
Para el experto, poner una cláusula es absurdo cuando en realidad las primeras cosas que tienen que aparecer son el deseo y las ganas de estar con la otra persona.
“La frecuencia es un tema muy personal. Hay parejas que prefieren hacerlo cada 15 días o una vez por mes, pero con calidad en el encuentro, que sea preparado y potenciado con una salida, en un espacio de intimidad fuera de exigencias”, plantea el sexólogo y aclara que otras parejas prefieren algo más exprés y efectivo, entonces apuntan más a la cantidad y efectividad.
“El denominador común es que las parejas que recién empiezan tienen más frecuencia sexual y se animan a más porque están estimuladas por la cuestión hormonal y el descubrimiento, sin exigencias externas. A medida que avanza la vida en pareja, los atraviesa otros factores como las responsabilidades, los hijos, el estrés y la ansiedad”, señala.
La cláusula que Jennifer Lopez y Ben Affleck firmaron en acuerdo prematrimonial