A distancia parece un espuma blanca inofensiva, pero en realidad se trata de una acumulación masiva de contaminantes con forma de algodón que desbordó un río y se metió en el barrio en una localidad próxima a Bogotá. Un hedor insoportable delata la polución.
Por: Clarín
Desde hace varios años, los residentes del sector de Los Puentes en el municipio de Mosquera se acostumbraron a la aparición de una espuma maloliente en el río Balsillas, adonde llegan aguas residuales de la capital colombiana, ubicada a unos siete kilómetros.
Pero esta vez una temporada de lluvias inusualmente fuerte colapsó el río y las aguas cargadas con desechos de la capital de ocho millones de habitantes quedaron atascadas en este punto. La blanca pestilencia fue creciendo hasta invadir una veintena de casas.
“El olor es tremendo, y hemos tenido que soportar esta espuma durante mucho tiempo”, dijo la líder comunitaria Luz Mariela Gómez a los canales de televisión locales. “Estamos corriendo un riesgo. Alguien podría caerse ahí abajo y no podremos encontrarlo”.
Un viejo problema
Las fotografías del suburbio residencial Mosquera mostraban inmensas derivas de espuma punzante que tapaban las veredas y se elevaban sobre los residentes. Un camino a una escuela estaba bloqueado.
Las autoridades ambientales locales dijeron que la espuma contaminada, que se ha visto en la ciudad varias veces en los últimos años, está aumentando debido a que las personas arrojan desechos, productos químicos y detergentes al sistema fluvial. Las fuertes lluvias se han sumado al problema, informa The Guardian.
Para leer más, pulse aquí.