Decreto de estado de excepción en provincias de Ecuador dejó varios detenidos

Decreto de estado de excepción en provincias de Ecuador dejó varios detenidos

Militares ecuatorianos realizan operativos con fin de contrarrestar hechos delictivos y de violencia, durante el primer día de estado de excepción, en Guayaquil (Ecuador), este 30 de abril de 2022. EFE/Mauricio Torres

 

Los operativos de control ejecutados por la Policía y los militares en Ecuador han dejado varios detenidos en el primer día del estado de excepción decretado por el presidente, Guillermo Lasso, en tres provincias de la costa del país.

El gobernante decretó el viernes el estado de excepción por sesenta días en las provincias costeras de Guayas, Manabí y Esmeraldas, fronteriza con Colombia.





Para las parroquias Esmeraldas, (Esmeraldas), así como Eloy Alfaro, Ximena y Pascuales (Guayas) dispuso el toque de queda de 23.00 a 5.00 hora local.

Entre las actividades eximidas de la restricción de movilidad figuran la producción, comercialización y provisión de alimentos, el transporte y logística de materias primas (medicinas, insumos médicos y sanitarios), la prestación de servicios básicos y sectores estratégicos.

La decisión del gobernante se enmarcó en la creciente violencia que se vive en la costa de Ecuador por parte de bandas criminales organizadas, enfocadas principalmente en el narcotráfico y algunas con vínculos con carteles de la droga de México y Colombia, según apuntan las autoridades ecuatorianas.

Los operativos de control de las fuerzas de seguridad comenzaron a la medianoche a fin de contrarrestar hechos delictivos y de violencia, pero ni la Policía ni los militares había emitido hasta las 17.00 horas del sábado algún informe consolidado sobre los resultados de las primeras horas de los trabajos de control.

No obstante, en su cuenta de Twitter, la Policía puso varios trinos sobre diferentes acciones, entre las que consta la aprehensión de un ciudadano implicado presuntamente en un delito de extorsión, en la localidad de Quinindé, en la provincia de Esmeraldas.

En esa provincia se desarrollaron más de 130 operativos y se retuvieron 13 vehículos, además de 4 armas blancas.

En la ciudad de Pedernales (Manabí), la Policía allanó dos domicilios donde se ocultaban los presuntos autores de una muerte violenta y decomisaron tres armas de fuego, tres cartuchos y 565 gramos de droga.

También en Manabí se detuvo a un ciudadano que mantenía una boleta de captura vigente por el delito de tráfico de sustancias estupefacientes, y se decomisó un arma de fuego.

La Policía ha desplegado controles móviles de control, pero también tiene puntos fijos de vigilancia en diferentes sectores.

Asimismo, ejecutó registros preventivos técnicos anti-explosivos con la ayuda de perros detectores en el Centro de Privación de Libertad de la provincia del Guayas (suroeste).

E informó que en la localidad de Pascuales, en Guayas, un operativo permitió la aprehensión de cinco ciudadanos en delito flagrante, quienes habrían participado en robo a unidades económicas y a personas.

En ese operativo decomisó un arma de fuego, nueve municiones y se retuvo un vehículo.

Asimismo, en Guayaquil aprehendieron a cuatro presuntos integrantes de una organización delictiva aparentemente encargada de la distribución y expendio de estupefacientes, en el Batallón del Suburbio, señala en la red social.

Además, en la zona de Durán detuvo a once ciudadanos, tres de ellos adolescentes, que estarían implicados en diferentes delitos.

El estado de excepción en las tres provincias se dictó luego de que en los últimos meses se han visto escenas violentas como la aparición de personas decapitadas y el asesinato de varias personas atribuidos a sicarios, principalmente alrededor de Guayaquil, capital de Guayas, cuyo puerto es utilizado de trampolín para la cocaína producida en Colombia, Perú y, en menor medida, también en Ecuador.

Este fenómeno también tiene un sanguinario capítulo en la crisis carcelaria de Ecuador, donde casi 400 presos han muerto en los dos últimos años en distintos enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan el control interno de las prisiones.

EFE