Nelson David M. B., colombiano de 25 años, era hasta la tarde del jueves el hombre más buscado. La razón es que la Ertzaintza le atribuye al menos cuatro muertes de homosexuales en Bilbao, aunque se investigan más casos: ocho, según algunas fuentes policiales, aunque otras admiten que no está claro hasta donde llega el rastro de su modus operandi. A última hora de la tarde del jueves tras difundirse su identidad y su fotografía el sospechoso se entregó en la comisaría de Irún. Explicó que lo hacía tras verse señalado con su nombre y su imagen en los medios de comunicación y para colaborar y esclarecer lo sucedido. No obstante, según fuentes de la Policía autónoma vasca, negó su relación con los hechos que en principio se le atribuyen.
Por abc.es
Quedó detenido y el juez decretó el secreto de las actuaciones.
Nelson, del que no había rastro desde diciembre, contactaba utilizando el alias ‘Carlos’ con miembros de la comunidad gay a través de web de citas como Wapo y Grindr, quedaba con las víctimas, les suministraba éxtasis líquido en dosis letales, según se constató en un caso sucedido en octubre pasado, y tras hacerse con sus claves bancarias les desvalijaba las cuentas.
Sin embargo, hasta ayer solo constaba contra él una orden de busca y captura dictada en marzo por el Juzgado de Instrucción 6 de Bilbao por un delito de lesiones. Ni busca y captura nacional ni internacional por esos otros crímenes. Eso significa que puede haberse movido con libertad por todo el país y fuera de nuestras fronteras desde hace meses. La requisitoria judicial llegó, como es habitual, a todos los cuerpos policiales, pero está restringida a ese delito y en la misma no hay ninguna información de que sea sospechoso de varias muertes.
Antecedentes por estafa
«No solo puede haber actuado en Bilbao, sino en otros puntos del País Vasco y quizá de España porque se ha movido mucho», explican fuentes de la investigación. El delito de lesiones por el que está buscado desde hace casi dos meses lo denunció el hombre que logró salvar la vida en diciembre pasado en Bilbao después de escapar de su agresor tras pedir auxilio a sus vecinos. Había quedado con ‘Carlos’ a través de una aplicación de citas y durante el encuentro este intentó estrangularlo. El colombiano al huir dejó su mochila y en ella un recipiente con GHB (éxtasis líquido) y al parecer también su pasaporte.
Nelson Daniel pidió asilo en 2019 pero se le denegó meses después por lo que estaría en situación irregular en España, además de contar con un antecedente por estafa en 2019 cuando lo detuvo la Ertzaintza y lo reseñó. A la pregunta de si estamos ante un asesino en serie, las fuentes consultadas no tienen dudas. La certeza se basa en el seguimiento del modus operandi que llevan meses analizando. No ha trascendido si además de utilizar las tarjetas de algunas de sus víctimas, o de todas, también arrambló con objetos de valor de esas viviendas.
El cuerpo autonómico había solicitado a la Policía Nacional información sobre la situación administrativa de este individuo (si está legal o no en España) y sobre posibles alojamientos en los que podría haberse escondido, pero no había difundido públicamente su identidad ni una fotografía de su rostro para pedir colaboración ciudadana. Saben ya que fue solicitante de asilo pero que no se le concedió su petición por lo que se encontraría en situación irregular.
Según el TSJdel País Vasco, en este momento hay dos procedimientos judiciales abiertos en Bilbao y en uno de ellos, el que lleva el Juzgado de Instrucción número 6, se cursó además orden de detención como se ha dicho, pero solo por lesiones. Las diligencias en ambos casos se abrieron hace tiempo. La causa está secreta y no se ha informado de si las cuatro muertes en investigación (ocurridas en el otoño del año pasado) se han acumulado en el mismo juzgado e incluso se ha ampliado a más casos.
Las alarmas saltaron en Bilbao en octubre de 2021 cuando la familia de un vecino de 43 años, que aparentemente había fallecido de forma natural, denunció que alguien había hecho movimientos de miles de euros en su cuenta bancaria. La autopsia reveló que en el organismo había restos de éxtasis líquido, una droga con efectos eufóricos y desinhibidores utilizada en contextos sexuales. La dificultad para detectarla si no se busca ese marcador concreto complica toda la investigación y todo apunta a que eso es lo que ha sucedido. La forma de actuar –ese supuesto uso fraudulento de tarjetas– y víctimas homosexuales clientes de esas aplicaciones son las que lo señalan.