Países Bajos conmemora 20 aniversario del asesinato del político Pim Fortuyn

Países Bajos conmemora 20 aniversario del asesinato del político Pim Fortuyn

Pim Fortuyn

 

 

 





Países Bajos conmemora hoy el vigésimo aniversario del asesinato del político Pim Fortuyn, tiroteado por un activista ambientalista como venganza por sus críticas al fundamentalismo islámico y la política migratoria abierta, una tragedia que aún conmueve a la sociedad y la política neerlandesa.

Varias banderas cuelgan hoy a media asta, sobre todo en Róterdam, la ciudad donde vivió Fortuyn, y se han organizado diferentes actividades para recordar la vida del político, como un simposio, un recorrido que incluye su antigua casa y una concentración en Media Park, en el municipio de Hilversum donde dispararon a Fortuyn el 6 de mayo de 2002.

El político, que había liderado el partido recién creado “Leefbaar Nederland” (Un Países Bajos habitable, en neerlandés), fue asesinado a tiros cuando se dirigía hacia su coche después de una entrevista de radio, que había ofrecido en plena campaña electoral.

Tenía 54 años y había descolocado el panorama político neerlandés con sus críticas al sistema y la política migratoria, sus denuncias de que los políticos habían perdido el contacto con la gente y sus críticas que afirmaban, por ejemplo, que el islam es “una cultura atrasada” y que el fundamentalismo islámico era un peligro para los valores neerlandeses.

Sus declaraciones le habían costado la expulsión de su propio partido en febrero de 2002, lo que le obligó a formar su propia Lista Pim Fortuyn (LPF), y tanto los medios como los políticos en Países Bajos debatían entonces sobre cómo tratar con Fortuyn, en una disyuntiva entre la libertad de expresión de un político y la incitación al odio y racismo.

LPF ganó 26 escaños (de 150 que tiene el Parlamento neerlandés) en las elecciones generales que se celebraron el 15 de mayo del mismo año, una victoria electoral récord para un partido nuevo, lo que le permitió al grupo formar parte del gobierno de coalición que resultó de esos comicios.

El primer ministro neerlandés Mark Rutte señaló hace dos semanas que “siempre habrá un antes y un después de Fortuyn” y que lo ocurrido con el político neerlandés concienció al gobierno de que “los temas sociales no se limitan a la agenda económico-financiera”.

Volkert van der Graaf, un activista ambientalista y animalista, fue arrestado poco después del tiroteo como autor principal del asesinato y confesó que su acción fue un intento de “proteger a los musulmanes” usados por Fortuyn como un “chivo expiatorio” para ganar votos en las elecciones y consideró al político un “peligro social” por “estigmatizar” el islam.

El asesino confeso fue condenado a 18 años de prisión en 2003, a pesar de que la Fiscalía neerlandesa había pedido la cadena perpetua, y en 2014, cuando cumplió los dos tercios de su condena, pudo optar por la libertad condicional, siempre que no entrara en contacto con los medios de comunicación y fuera vigilado por psicólogos.

Desde mayo de 2020, se encuentra totalmente libre y lleva una vida discreta y alejada de la prensa, pero no haber sido condenado a cadena perpetua fue desde 2003 motivo de críticas.

EFE