Casos de niños con cáncer ocular aumentan en Venezuela

Casos de niños con cáncer ocular aumentan en Venezuela

laprensalara.com

Es tan fuerte la valentía de estos niños, sin mezquinar una sonrisa pese a estar en ciclo de quimioterapias y soportar un tumor de la dimensión de un puño cerrado cubriendo su ojo.

Por laprensalara.com

La voz de sus madres es inquebrantable para mantenerse en píe, frente al cáncer ocular que avanza silenciosamente y hasta de manera progresiva. Sorteando el diagnóstico tardío y algunos casos procuran especialistas en Caracas, junto a exámenes especializados, que tratándose de tan corta edad, puedan duplicar el valor de ciclos de radioterapias en $8.165. Algunos llegan a sacrificar la visión, con la esperanza de detener ese avance que puede transformarse en metástasis y diseminarse por otras partes del cuerpo.

Los padres han tenido que familiarizarse con esta enfermedad y los identifican con una pronunciación fluida, al hablar de esta lucha contra el retinoblastoma y rabdomiosarcoma. Ambos tienen en común una especie de mirada bizca, cuando la pupila del ojo se queda fija hacia una dirección y pierde la sincronía con el otro ojo. Allí se encienden las alarmas con esta mirada paralela y sin tener la excusa del estrabismo. Uno ataca la retina y suelen presentarse inicialmente como una mancha blanca en niños que no superan los tres años de edad, mientras con rabdomiosarcoma también paraliza el ojo y comienza a brotar una inflamación de los párpados, al punto de sellarlo por completo llegando a tumores que pueden alcanzar los 10 centímetros.

Tal escenario va acompañado de la advertencia de especialistas sobre el tardío diagnóstico. Según la oncóloga pediatra, Claudia Panebianco, no es inmediato y en cualquier país del mundo se podría tardar entre 4 a 5 días, pero en Venezuela se tarda más tiempo. Acá puede influir la atención de médicos que no son especialistas y lo asumen como si se tratara de otra afección, cuando debería ser la referencia del pediatra al retinólogo y luego de estudios especializados remiten al oncólogo pediatra. De allí, que resalta la importancia de tener a la mano los resultados en contrastes de la tomografía, resonancia magnética nuclear y demás estudios de acuerdo a cada paciente.

 

Recalca que existen múltiples factores y que se tiene más predominancia genética. Esa especie de mancha blanca suele despertar las sospechas y el ojo suele perder la dureza e incluso la visión. Pero todo es relativo al caso y lo pertinente es atacarlo a tiempo para evitar que el cáncer se expanda por el cerebro o médula espinal, como parte del sistema nervioso central.

Sugiere la pertinencia de identificar a tiempo el rabdomiosarcoma y saber de donde proviene, a partir de la tomografía de órbita y resonancia magnética nuclear. Los pacientes no sienten dolor y puede aparecer a partir de los tres años de edad. Advierte que por lo general suelen ir a radioterapias luego de la intervención, porque los padres hacen todo el esfuerzo al preferir la vida del hijo, antes que reaparezca el tumor y con más riesgo de fallecer. Las amenazas de contaminarse con más agresividad se instalan entre los pulmones, ganglios linfáticos y médula ósea.

La recuperación también amerita del control mensual durante un año y luego seguir las indicaciones del especialista. De allí, que Huniades Urbina, pediatra y secretario general de la Academia Nacional de Medicina, resalta el cumplimiento del control de niños sanos, donde les realizan las pruebas tan sencillas como alumbrarles la vista con una luz roja y de considerar alguna anomalía, remitirlos directamente al oftalmólogo.

“Lea nota completa Aquí

Exit mobile version