El 28 de abril el Oficialismo llevó a Manuel Piar al Panteón. Se dicen bolivarianos y le conceden los más altos honores a uno de los más enconados enemigos del padre de la patria y a quien tuvo que fusilar. Invito a mis lectores a leer el manifiesto y proclama, donde Bolívar imputa a Piar y lo define como un: monstruo, cobarde, avaro, ladrón, traidor, sedicioso e instigador de una guerra civil, basada en soliviantar o levantar a los pardos contra los blancos criollos por odios raciales.
Las contradicciones con la doctrina bolivariana han sido manifiestas, El Libertador, fue hijo de la ilustración y defendió en sus etapas estelares el estado liberal, con independencia y separación de poderes, la libertad de prensa y las libertades públicas, la alternancia, el pluralismo y la propiedad privada. Carlos Marx denigró del padre de la patria, por esto, y por tener un origen mantuano. Es un contrasentido ser marxista y bolivariano, y ser bolivariano y llevar a Piar al Panteón. También Bolívar junto a Miranda fue admirador de Colón, a tal punto que Colombia la denominó de esta manera para honrar al almirante genovés. El Oficialismo le ha caído encima a Colón, al punto de derribar incluso sus estatuas. Lo increíble es que se llaman bolivarianos, solo porque saben del amor que el pueblo le tiene a El Libertador.
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