Pescadores camboyanos capturaron en el río Mekong una raya gigante de cuatro metros de largo y 180 kilos, uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo.
La raya de agua dulce, amenazada por la sobrepesca, la contaminación y la pérdida de su hábitat, es una especie protegida y fue devuelta al agua después de ser medida y pesada por científicos del proyecto “Wonders of the Mekong” (Maravillas del Mekong), presentes en el lugar.
La raya fue capturada accidentalmente la semana pasada en la provincia de Stung Treng (norte), por haberse tragado a un pez más pequeño que había mordido el anzuelo de los pescadores.
El Mekong, uno de los ríos más largos de Asia (4.350 kilómetros de longitud), alberga la biodiversidad acuática más importante del mundo después del Amazonas, con más de 1.000 especies de peces.
También habitan en sus aguas especímenes como el bagre gigante, que puede alcanzar los tres metros y pesar hasta 300 kilos.
El río, que alcanza en ciertos lugares los 80 metros de profundidad, podría albergar variedades aún más grandes, según los científicos.
Está lleno de “ecosistemas ocultos e invisibles”, señala Zeb Hogan, biólogo estadounidense de la universidad de Nevada y director del proyecto “Wonders of Mekong”, financiado por Estados Unidos.
Vital para la supervivencia de millones de personas en el sudeste asiático, el Mekong y su fauna están amenazados por las decenas de presas construidas por Pekín en China, Laos y Camboya sobre el río y sus afluentes.
La contaminación es otro motivo de preocupación. Se detectaron residuos plásticos incluso en las zonas más profundas del río, así como “redes fantasma” perdidas o abandonadas por los pescadores, en las que los peces pueden quedar atrapados.
AFP