La casa de la ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández, fue asaltada, mientras que uno de los escoltas del presidente Gabriel Boric recibió un disparo en el brazo tras ser robado el automóvil oficial, confirmaron este sábado las autoridades.
Chile vive “el peor momento en seguridad desde el retorno a la democracia”, reconoció hace semanas el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, debido al incremento tanto en el número como en la gravedad de los delitos.
Fernández, nieta de Salvador Allende, el ex mandatario socialista derrocado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), no estaba en su casa en el barrio de Ñuñoa al momento de producirse el asalto la noche del viernes, pero los delincuentes golpearon a su hijo y amenazaron a su marido.
“Se produjo un robo en el inmueble de la ministra de Defensa, donde se encontraba su marido y uno de sus hijos. Producto de este delito, sujetos desconocidos sustrajeron especies y también un vehículo”, relató a la prensa el general de la Policía Jean Camus.
El medio chileno BioBio consignó que el grupo de desconocidos tenía el objetivo de sustraer diferentes objetos desde el interior de la vivienda, que el incidente sucedió en torno a las 20:00 y que se trató de al menos tres delincuentes que portaban armas blancas y de fuego.
Según fuentes consultadas por el medio citado, golpearon al hijo de la ministra y maniataron a su esposo para robar principalmente objetos tecnológicos y un auto.
En la misma noche, uno de los escoltas que trabaja en el equipo de seguridad del presidente Boric fue asaltado y recibió un disparo en el brazo cuando fue abordado por un grupo de personas mientras se hallaba al interior de uno de los vehículos oficiales de la Presidencia.
El escolta, un sargento de la policía de Carabineros, se encontraba solo en el vehículo en el barrio de San Miguel, en el sur de Santiago, retornando al palacio presidencial de La Moneda para dejar el automóvil.
Los delincuentes lo abordaron y lo llevaron hasta una localidad en el norte de la ciudad. Lo agredieron y le dispararon, para luego abandonarlo en la calle y huir a bordo del vehículo.
Según Vergara, el funcionario trabaja en el “equipo ampliado” del grupo de guardia presidencial, pero no era un escolta directo del presidente.
El afectado quedó con lesiones por impacto balístico, además de cortes en el pómulo y el cuero cabelludo, informaron medios locales.
El carabinero fue atendido por un transeúnte que se encontraba cerca del lugar y lo ayudó a llegar hasta una comisaría, desde donde fue trasladado a un hospital.
“Debemos redoblar nuestro compromiso por la seguridad y aumentar los niveles de eficiencia para encarar los delitos en Chile”, dijo el subsecretario Vergara este sábado.
“Hemos comprometido acciones concretas para ir detrás del crimen organizado”, que se cree está detrás del incremento de la delincuencia, dijo por su parte Manuel Monsalve, viceministro del Interior y Seguridad, aludiendo a la cooperación entre la policía militarizada de Carabineros y la civil de Investigaciones.
Con información de AFP y EFE | Infobae