Las autoridades de Estados Unidos anunciaron el lunes el descubrimiento de un importante túnel de contrabando de drogas —del tamaño de seis campos de fútbol— desde México hasta un almacén en una zona industrial de Estados Unidos.
Por AP
El pasaje secreto de Tijuana a San Diego presentaba sistemas de ventilación y rieles, electricidad y muros reforzados, dijeron las autoridades. Fue descubierto cerca del cruce fronterizo de Otay Mesa en San Diego, en un área donde se han encontrado más de una docena de otros túneles sofisticados en las últimas dos décadas.
Las autoridades estadounidenses dijeron que se desconocía cuánto tiempo había estado funcionando el túnel y qué cantidad de drogas, si es que había alguna, pasó sin ser detectada. Incautaron 799 kg (1,762 libras) de cocaína, 75 kg (165 libras) de metanfetamina y 1,6 kg (3,5 libras) de heroína en relación con la investigación.
Seis personas, de 31 a 55 años, fueron acusadas de conspirar para distribuir cocaína. Todos son residentes del sur de California.
El túnel se encuentra en uno de los tramos más fortificados de la frontera, lo que ilustra las limitaciones de los muros fronterizos. Si bien se consideran efectivos contra túneles pequeños y toscamente construidos llamados “agujeros de tuza”, las paredes no son rival para pasajes más sofisticados que se extienden más profundo bajo tierra.
El último pasaje, descubierto el viernes, recorría un tercio de milla (532 m) hasta Tijuana. Tenía 4 pies (1,2 m) de diámetro y unos seis pisos de profundidad.
El tipo de drogas incautadas puede indicar un cambio de las cargas de marihuana de varias toneladas que a menudo se encontraban en los descubrimientos antes de que California legalizara la marihuana para uso recreativo en 2019.
Las drogas duras, como la heroína, la metanfetamina y el fentanilo, generalmente se pasan de contrabando a través de los cruces fronterizos oficiales desde México porque su pequeño tamaño y la falta de olor hacen que sean difíciles de detectar. Pero los túneles dan a los contrabandistas la ventaja de poder transportar enormes cargas a la velocidad del rayo.
El túnel salía de los Estados Unidos en un almacén anodino llamado “Amistad Park” en una calle que está ocupada con grandes semirremolques durante el día pero tranquila por la noche. El lunes, guardias armados vigilaban un pequeño pozo con una escalera que descendía al túnel.
Después de vigilar una casa que recientemente se usó para esconder drogas, los funcionarios comenzaron a detener el tráfico de vehículos que habían estado allí o en un almacén cerca de la frontera, y encontraron cajas llenas de cocaína, según una denuncia penal federal presentada en San Diego.
Allanaron las propiedades y no encontraron otras drogas en el almacén, pero sí un túnel excavado en el piso de cemento, dijeron los fiscales federales.
Las autoridades han encontrado alrededor de 15 túneles sofisticados en la frontera de California con México desde 2006.
Muchos túneles, incluido el anunciado el lunes, se encuentran en el área industrial Otay Mesa de San Diego, donde el suelo arcilloso es propicio para excavar y los almacenes brindan cobertura.
Los pasajes transfronterizos se remontan a principios de la década de 1990 y se han utilizado principalmente para contrabandear cargas de marihuana de varias toneladas. La Administración de Control de Drogas de EE. UU. dijo en 2020 que generalmente se encuentran en California y Arizona y están asociados con el cartel de Sinaloa de México.
Las autoridades se negaron a vincular el último túnel con ningún cartel específico. Reclamaron la victoria a pesar de no saber cuánto tiempo había estado operando.
“Ya no hay luz al final de este narcotúnel”, dijo Randy Grossman, fiscal federal para el Distrito Sur de California. “Derribaremos todas las rutas subterráneas de contrabando que encontremos para evitar que las drogas ilícitas lleguen a nuestras calles y destruyan a nuestras familias y comunidades”.
Por ley federal, las autoridades estadounidenses deben llenar el lado estadounidense de los túneles con concreto después de que se descubran.