Las recientes declaraciones en materia económica de parte del Pte. Nicolás Maduro, sobre su intención de colocar acciones de las Empresas del Estado en la Bolsa de Valores, y su invitación para considerar propuestas del sector privado son sin duda alguna buenas noticias. Independientemente del resultado final, asoman un nuevo discurso apuntando a animar al sector privado nacional e internacional a invertir en Venezuela.
Como siempre surgen de inmediato opiniones contrarias, sobre a quienes beneficiarían, los porcentajes, y su posible fracaso. Es de resaltar que durante todo el proceso revolucionario, se tomaron medidas de eliminación o disminución del tamaño del sector privado y gracias al viento favorable de aumento de los precios petroleros, se utilizó una parte para comprar y pagar, actividades manejadas exitosamente por el sector privado, tanto en el sector primario: la producción agrícola, ganadera y secundario: la industrial, petróleo, gas, petroquímicas, carbón, pero también hierro, acero, aluminio , cemento así como el sector terciario de servicios de electricidad y telecomunicaciones, sin haber pagado oportunamente algunas expropiaciones convirtiendo al Estado en el gran monopolio empresarial e industrial.
Sumado a los controles de cambio y de precios, los cuales amarró la economía del país, disminuyendo su tamaño, lo cual obligò a 6 millones de sus habitantes a emigrar.
La liberación del control de cambio y de precios inicia una recuperación parcial de la economía, con resultados positivos y pienso que, dado los evidentes beneficios políticos, han entusiasmado al Presidente Maduro y su gobierno, a continuar liberando amarras económicas.
Sin embargo, no se requiere ser especialista para saber que el éxito se logra con planes integrales, que apunten a restablecer la institucionalidad del país.
El comienzo de desamarrar la economía le ha dado dividendos al Gobierno, que según Datanalisis ha duplicado su aceptación del 10 al 20%.
El país necesita reactivar su economía a través del sector privado, ya está más que probado y este gobierno lo conoce y experimentò que el estatismo y control absoluto de la economía y las instituciones no es el camino. Ya sabe que el camino es otro, donde participe y se fortalezca al sector privado nacional e internacional de la economía y que se considere la participación de este en todas las nuevas obras que se ejecuten, en asociación con capitales internacionales.
@eromeronava
Expresidente de organizaciones empresariales Fedecamaras, Càmara Petrolera y Consecomercio