La historia nos ha hecho probar a los venezolanos que lo de vivir sabroso en socialismo es para unos pocos que disfrutan de los privilegios del poder, que la mayoría vive en la incertidumbre de no tener que llevar a su casa alimentos, medicinas para sus familias que esperan un cambio y hasta un milagro que los saque de la miseria, que les permita tener hospitales con dotación y personal bien remunerado con los insumos necesarios, servicio estable de electricidad, agua potable, escuelas, universidades y confianza en los organismos de seguridad e igualdad jurídica.
Gustavo Petro no tiene nada novedoso que ofrecer a los colombianos, su propuesta de reducir el ingreso petrolero y emprender una reforma agraria al estilo chavista, hundirá en meses a la sociedad colombiana, ocasionando un caos de impredecibles consecuencias en donde los colombianos probaran un bocado del vivir sabroso en el socialismo que estamos saboreando con asco y repulsión los venezolanos y los cubanos.
Que los colombianos estén apoyando a Petro que aspira por tercera vez a la primera magistratura del país es algo que merece un comentario, porque tiene una causa social que no ha sido solventada por los distintos gobiernos de conservadores y liberales que se han turnado en el poder, la inequidad que se vive en Colombia es similar a la de Brasil que ocupa el primer lugar y a la de Venezuela que ostenta lastimosamente uno de los primeros puestos en esa lista, en ninguno de esos países el nivel de ingreso ha significado una mejora sustancial de las condiciones de vida, por supuesto que hay distintas variables que se utilizan para determinar por zonas y ciudades el impacto social, incluyendo calidad de servicios públicos e índices inflacionarios. En Colombia la ciudad en donde se registra la mayor desigualdad de personas que ganan poco con personas que obtienen los más altos ingresos es Cartagena, según estudios de instituciones encargadas de monitorear la inequidad por regiones en Colombia, sin embargo si algo caracteriza al colombiano es su espíritu emprendedor, sin importar las condiciones adversas el pueblo colombiano quiere oportunidades no limosnas del estado.
Para decirlo en criollo el colombiano se mamó de las promesas de los que han gobernado porque no han cumplido con reducir la brecha de la desigualdad y sin importar los riesgos le están dando una oportunidad a la peor de las opciones, Petro no es Chávez ni Maduro, es mucho más peligroso que ellos porque no es un advenedizo que tiró una parada militar o le legaron el poder en una noche de luna llena, es un hombre con formación política, experiencia parlamentaria y administrativa y a pesar de todo continua creyendo y proclamando una justicia social del rencor, su propuesta sabrosa como la de López Obrador en México firmará convenios con Díaz Canel para llevar a Colombia a la milicia sanitaria cubana y seguramente a los vende proyectos del Podemos español, que son los que van a asesorar y a llenarse los bolsillos con la “revolución educativa” de la sociedad del conocimiento que está vendiendo Petro como algo novedoso, igual al turismo y la eco política, que son la nueva ola en donde surfea la izquierda latinoamericana, que no ha dejado de ser lo que siempre ha sido, un enorme fraude que promete y promete para nunca cumplir.