Los colombianos patearon el tablero. Casi dos tercios de las personas que votaron este domingo lo hicieron por un cambio drástico, inédito, incierto.
Daniel Pardo // BBC MUNDO
Los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández pasaron a segunda vuelta, según el preconteo oficial. La cita para el balotaje es el 19 de junio.
Esto significa que la mayoría en Colombia no quiere “construir sobre lo construido”, “ni cambio responsable”, como decían las candidaturas “moderadas”. Se manifiestan cansados de eufemismos en un país que no da giros bruscos hace décadas.
Y parece que ahora el giro sí será brusco.
Petro, que logró un 40% de los votos, es un exguerrillero y exalcalde de Bogotá que lleva 20 años en el espectro político como uno de los líderes de la oposición a la centroderecha que gobernó al país por décadas. Petro es, y sobre todo ha sido, el antisistema. En parte por eso genera tanto apoyo como rechazo.
Hernández, que llegó a segunda vuelta con el 28% de los votos, pasó de ser un exitoso constructor de vivienda social a alcalde de Bucaramanga, una ciudad media donde tiene la reputación de haber ordenado las finanzas públicas. Su programa es incierto, pero su mensaje es claro: mano dura contra la corrupción.
Ambos candidatos representan una agenda de cambio drástico, pero de manera distinta: Petro es un crítico del sistema, tanto así que duda incluso si hay o no democracia en el país, mientras que Hernández es un adalid contra “la politiquería de los que creían que serían gobierno eternamente”.
Ambos han avanzado a la segunda vuelta atacando a “los de siempre”, que quedaron fuera de la disputa de la presidencia.
Pero ahora, ante este escenario incierto e inesperado, ambos candidatos tendrán que modificar algo su discurso para ganar.
“La campaña de segunda vuelta va a ser muy imprevisible, porque los dos van a tener que ir en contra de su propio discurso”, dice Yann Basset, politólogo y experto electoral.
“Rodolfo tendrá que contar con las redes clientelistas, a pesar de su discurso anticorrupción; y Petro tendrá que mostrarse como un defensor de las instituciones”, explica.
Esto es lo que tiene que hacer cada uno.
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