La casa de subastas Christie’s pone en venta la semana próxima un reloj Rolex Oyster que compró el entonces piloto de la Fuerza Aérea Británica Gerald Imeson cuando era prisionero de guerra en el campo nazi de Stalug Luft III, en 1943.
Además del valor de este reloj de pulsera de acero inoxidable y pantalla azulada, ref. 3525, “Monoblocco”, fabricado a principios de la década de 1940 y uno de los primeros resistentes al agua, Christie’s resalta la historia y las circunstancias que envolvieron su adquisición en 1943.
Gracias a la propuesta de un comercio a los oficiales británicos -unos “caballeros” – caídos en manos de los nazis de “compren ahora y paguen al término de la guerra”, Imeson encargó el reloj a la casa Rolex en Suiza, que se lo envió a través de la Cruz Roja al campo de prisioneros de máxima seguridad donde estaba detenido, cuenta a la AFP el especialista de la casa de subastas neoyorquina, Adam Victor.
El reloj de Imeson habría sido “crucial” para calcular los tiempos durante la preparación y planificación de la “Gran Escapada”, una fuga de prisioneros de guerra inmortalizada por la película del mismo nombre que propulsó a la fama a Steve McQueen en la década de 1960.
De los 200 prisioneros que participaron en los preparativos, 76 consiguieron fugarse del campo de máxima seguridad nazi el 24 de marzo de 1944. Entre ellos no estaba Imeson. La mayoría fueron capturados y 50 ejecutados.
El reloj permaneció en la muñeca del piloto hasta el final de la guerra -fue liberado en 1945- y lo mantuvo hasta su muerte. Cumpliendo un deseo de Imeson para recaudar fondos, su familia lo vendió en 2013 en una subasta en Reino Unido al actual coleccionista que ahora trata de deshacerse de él.
La estimación de Christie’s es de entre 200.000 y 400.000 dólares por este reloj, aunque para Victor, el límite es “el cielo”.
Y no se vende solo. Viene acompañado de un silbato de la Fuerza Real Aérea así como el carné de miembro del Club Goldfish (un exclusivo club de pilotos) y una insignia bordada del mismo, así como imágenes de su diario.
“Una de las cosas más sorprendentes de este reloj, entre muchas, es que en el diario de Imeson de 1943 hay anotaciones de la fecha en que llegó, el número de serie, lo que es realmente increíble”, dice Victor, quien considera que entre los relojes “históricamente importantes” que ha vendido la casa de subastas, éste está entre “los mejores”.
En una semana marcada por las subastas de “Relojes importantes de procedencia excepcional”, el próximo día 8 Christie’s pondrá a la venta 68 relojes de la colección Kairos, todos de la casa Patek Philippe, de los que alguno ronda el millón de euros, y al día siguiente otros tantos de varias colecciones, entre los que se encuentra el viejo ‘rolex’ del difunto piloto británico.
AFP