El comité que investiga el asalto del año pasado al Capitolio de Estados Unidos y la posible responsabilidad del entonces presidente Donald Trump inicia el jueves audiencias públicas en las que se prevén revelaciones explosivas.
En la primera de seis presentaciones que serán emitidas por televisión, el panel de legisladores buscará demostrar que Trump y su círculo cercano cometieron delitos en una conspiración criminal para revertir la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020, que culminó con el mortal asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Jamie Raskin, demócrata y miembro del panel, dijo recientemente en un evento en la Universidad de Georgetown, en Washington, que las audiencias “van a contar una historia que realmente va a hacer volar el techo”.
“Ningún presidente ha hecho algo similar a lo que ocurrió aquí (…), tratar de organizar un golpe para revertir una elección y saltarse el orden constitucional”, declaró.
“Y luego usar también una insurrección de grupos extremistas violentos, nacionalistas blancos y racistas, grupos fascistas, para respaldar el golpe”, añadió.
Se escucharán por primera vez testimonios clave, mientras abogados mostrarán textos, fotografías y videos para sacar a relucir presuntos planes que el gobierno de Trump comenzó a gestar antes de las elecciones.
La primera audiencia está prevista para las 20H00 (00H00 GMT), cuando el panel “presentará material jamás visto” sobre “el 6 de enero (…) y proporcionará al pueblo estadounidense las conclusiones de sus hallazgos sobre los esfuerzos coordinados (…) para revertir el resultado de las elecciones de 2020 e impedir el traspaso de poder”, resumió un asistente del comité encargado de la pesquisa.
La mayoría de los republicanos afirman que se trata de una “caza de brujas” contra Trump, retomando una acusación formulada por el expresidente.
El líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aseguró el jueves que esta comisión es “la más política y la menos legítima de la historia de Estados Unidos”.
“No veo que haya una sesión en horario de máxima audiencia sobre el precio de la gasolina, sobre cómo combatir la inflación, alimentar a nuestros hijos y hacer que nuestras calles sean más seguras”, dijo en conferencia de prensa.
Su partido ya ha prometido enterrar el trabajo de esta comisión si llega a hacerse con el control del Congreso en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
– “Actores ilegales” –
Posteriormente, se espera que el comité, que ha entrevistado a más de 1.000 testigos, programe audiencias a partir de las 10H00 locales los días 13, 15, 16 y 21 de junio. La última se hará en horario estelar el 23 de junio.
El grupo repasará diferentes tramas ilegales que, asegura, fueron diseñadas por el gobierno de Trump para mantenerlo en el poder, incluso para infiltrar falsos “grandes electores”. Los “grandes electores” son las personas designadas para votar por el presidente en representación de los estados tras los comicios.
También expondrán un supuesto plan para incautar las máquinas de votación y un presunto complot para retrasar la certificación de Biden como presidente por el Congreso por medio del violento asalto al Capitolio, que dejó varios muertos y más de 100 policías heridos.
Los investigadores quieren llegar al fondo del atraso de 187 minutos que fueron necesarios para que más fuerza pública viniera a reforzar la protección del Capitolio, y determinar por qué hay un vacío de casi ocho horas en los registros telefónicos de la Casa Blanca de las llamadas hechas por Trump mientras arreciaba la violencia.
Uno de los principales retos del comité es demostrar la existencia de una relación directa entre la supuesta conspiración para revertir la elección, el discurso de Trump que animó a la turba a marchar hasta la sede del Congreso y la posterior toma del Capitolio.
La pregunta de si Trump infringió la ley ya ha sido respondida en algunos aspectos.
El juez federal David Carter estimó en marzo que “la ilegalidad del plan era obvia”.
El comité enfrenta el desafío de presentar un relato convincente y dramático, ya que buena parte de las pruebas ya han sido reveladas al público. Las encuestas de opinión colocan a esta investigación muy abajo en la lista de preocupaciones de los estadounidenses.
AFP