“Puede haber debates y gente que echa leña a la hoguera para provocar un incendio, pero España es la madre patria. Eso es una realidad”.
Antonio Ledezma reflexiona en El Debate sobre la ola antiespañola que se ha extendido los últimos años de norte a sur de América.
Por El Debate
El alcalde de Caracas, que fue despojado de su cargo, “secuestrado” y que logró fugarse de la dictadura de Nicolás Maduro, acaba de publicar La tumba, un libro que sacude la conciencia de demócratas y de cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Ledezma explica las razones del título: “Porque Venezuela es la tumba de los derechos humanos”.
–¿En qué punto se encuentra Venezuela?
–El Estado se ha degradado de tal manera que en el país no hay ni siquiera una dictadura convencional como la que funcionaba en los tiempos de Pinochet o aquí en los de Franco. Entonces, por ejemplo, había códigos, leyes e instituciones. En Venezuela tenemos una copia al carbón de Somalia.
–¿Cómo valora el papel que han desempeñado, por un lado, Felipe González y, por otro lado, el expresidente Zapatero, siendo los dos del mismo partido?
–Felipe González es un apóstol de defensa de la democracia, de los valores. Está luchando por el restablecimiento de los valores y principios que le dan forma a una democracia. En el caso de Zapatero resulta inexplicable, porque tiene que saber que ese es un régimen que está relacionado con el narcotráfico. El Instituto de Estudios de Crímenes del Mundo acaba de dar un informe que coloca a Venezuela entre los cuatro países del mundo que producen cocaína. O sea, ya no somos el país petrolero, sino el país cocalero.
–Además, está la miseria.
–Zapatero sabe que no es una fantasía ni una narrativa de ficción cuando se habla de que el 94 % de la población está en condiciones de pobreza, que hay más de 400.000 niños que acusan desnutrición crónica, que hay un colapso de los servicios públicos. Más del 90 % de los hogares no recibe agua potable, siendo Venezuela un país con las mayores reservas hídrica del mundo. Han regresado las epidemias, el paludismo, el sarampión, todo eso lo sabe el señor, el señor Zapatero
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