El milagroso rescate de Jonah Handler tras uno de los peores derrumbes de edificios jamás registrados en Estados Unidos puede tener un paralelo bíblico obvio, dado su nombre.
El adolescente cayó de un décimo piso del edificio sobre la playa que se derrumbó hace un año en Surfside, Florida, matando a 98 personas, incluida su madre. Él quedó atrapado en un pequeño espacio debajo de los escombros. Un individuo que paseaba con su perro vio asomar la mano que agitaba Jonah y buscó ayuda.
A su padre y a otros, su rescate les recuerda la historia del Viejo Testamento sobre el profeta Jonás (Jonah en inglés), devorado por una ballena enviada por Dios para evitar que se ahogase.
“Fue sacado de las fauces de la muerte”, dijo Neil Handler en una entrevista con The Associated Press. “Realmente creo que Dios pone a la gente en ciertas situaciones para ayudarnos a desarrollar nuestro carácter”.
Handler comparte ahora la historia de su hijo, de su recuperación física y sicológica, con motivo de la creación de una fundación para ayudar con el estrés postraumático que padecen las familias de las víctimas y el personal que ofreció los primeros auxilios, incluido su hijo.
Handler dice que decidió crear la fundación en homenaje a la madre de Jonah, Stacie Fang, tras ver el dolor en los ojos de las personas que sacaron a su hijo de entre los escombros.
Para leer la nota completa, aquí