Muy poco después de que el príncipe Guillermo haya cumplido los 40 años, él y su esposa, Kate Middleton, ponían rumbo al condado de Cambridge. Las razones eran dos: la primera, la celebración del día de Cambridgeshire, del que son los duques; y la segunda, visitar el Museo Fitzwilliam de la Universidad Cambridge, pues allí se ha desvelado el primer retrato oficial en el que aparecen juntos.
Por 20minutos.es
“Ha sido el privilegio más increíble de mi vida haber sido elegido para pintar este cuadro. Dado que es la primera vez que aparecen retratados uno al lado del otro específicamente como duques de Cambridge, quería que la pintura evocara un sentimiento de equilibrio entre su vida pública y su vida privada”, ha declarado el autor del lienzo, el joven pero premiado retratista británico Jamie Coreth.
El óleo, en principio, se expondrá allí durante 3 años, para luego pasar a otras galerías. Eso sí, en 2023 se prestará a la National Portrait Gallery para marcar su reapertura. Y un cuadro que está plagado de detalles, que se inician incluso en el color elegido para el fondo: un tonalidad que busca reminiscencias con los históricos edificios de piedra tan característicos de la ciudad, cuyos motivos arquitectónicos también aparecen en la obra.
Según el autor, “quería mostrar a Sus Altezas Reales de forma que apareciesen relajados y accesibles, pero también elegantes y dignificados”. Y para ello ha elegido un traje negro para el príncipe Guillermo y uno de los vestidos más icónicos de Kate Middleton: el diseño Falconetti en color esmeralda de The Vampire’s Wife, la marca de moda de la diseñadora Susie Cave destinada a la élite británica, y que ya vistió en 2020 en un viaje a Irlanda y que los expertos consideraron todo un salto cualitativo en materia de distinción. Además, termina el look unos zapatos Hangisi de Manolo Blahnik también en color verde.
Además, hay detalles cargados de simbolismo, como el príncipe usando una corbata de color azul Cambridge para hacerle un guiño a su ducado o la duquesa llevando el broche Duquesa de Cambridge, el cual perteneció originalmente a la princesa Augusta, también duquesa de Cambridge y nuera del rey Jorge III, y que acabaría heredando Isabel II en 1953. Asimismo, Kate también porta el brazalete de diamantes que recibiese la princesa Diana de Gales como regalo de bodas previo a su enlace, y unos pendientes también de Lady Di.
Por último, muchos críticos han señalado que no es un detalle baladí la cercanía con la que posan los duques, dando sensación de unión, estabilidad y cariño después de 11 años de casados.