Científicos de la Escuela Federal Politécnica de Zúrich (ETH Zürich) e investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona (noreste de España) descubrieron una nueva familia de bacterias marinas con cantidad de genes biosintéticos en sus genomas (BGCs), con potencial para usarlas en aplicaciones biotecnológicas.
Según publica la revista ‘Nature’, la nueva familia de bacterias pertenece al filo Eremiobacterota, y hasta ahora se creía que solo existía en entornos terrestres y no en el océano, como descubrieron ahora.
“Además de formar parte de un grupo bacteriano muy diverso desde el punto de vista biosintético, estas bacterias se encuentran distribuidas de forma ubicua y abundante por toda la columna de agua del océano”, explicó en un comunicado el profesor de la ETH Zürich Shinichi Sunagawa, responsable del equipo que lideró el estudio.
En este sentido, Lucas Paoli, también investigador de la ETH Zürich, apuntó que “algunas especies de la familia podrían llegar a representar hasta el 6 % de todas las bacterias presentes en zonas concretas del océano, lo que equivale a varios millones de células en cada litro de agua de mar”.
El hallazgo fue posible tras analizar más de 1.000 muestras de agua recogidas durante la expedición Tara Oceans, donde identificaron más de 7.000 familias de grupos de genes biosintéticos –la mayoría desconocidos hasta ahora- que podrían servir para síntetizar compuestos bioquímicos y mejorar algunos procesos biotecnológicos.
“Estos resultados ponen de relieve el desconocimiento que tenemos de la vida oceánica microscópica. Solo en los últimos años, gracias a varias campañas de circunnavegación océanica y al uso de nuevos métodos moleculares, hemos empezado a conocer qué organismos, qué genes, y qué potencial biotecnológico se esconde bajo la piel del océano”, destacó el investigador del ICM-CSIC Josep M. Gasol.
La investigadora del ICM-CSIC Silvia G. Acinas, miembro del equipo coordinador de la campaña Tara Oceans, precisó que “gracias a distintas expediciones se ha podido investigar qué microorganismos tienen un elevado potencial genético, lo que servirá para la exploración de nuevas moléculas bioactivas”.
Según la investigadora española, “algunas de ellas podrían usarse en nuevas terapias, mientras que otras podrían ayudar a mejorar determinados procesos biotecnológicos”.
Los biólogos del ICM subrayaron que los microbios, en particular las bacterias, son metabólicamente muy diversos y se encuentran de forma abundante en cada rincón de la naturaleza, pero la mayoría aún no han sido cultivados ni estudiados en el laboratorio, lo que hace que se desconozca su diversidad metabólica.
En ausencia de cultivos, los científicos recurren a la secuenciación de todo el ADN de las comunidades microbianas de esas muestras marinas para posteriormente poder reconstruir los genomas de dichos microorganismos mediante análisis bioinformáticos.
“Así es como hemos logrado reconstruir, en este caso, 26.000 genomas de microorganismos marinos que, junto a los ya descritos anteriormente, conforman la mayor base de datos de estas comunidades a nivel global”, concluyó Pablo Sánchez, investigador del ICM-CSIC.
EFE