El presidente argentino, Alberto Fernández, denunció este miércoles un sistema de “clara persecución” en contra de la dirigente política y social y referente indígena Milagro Sala, detenida “de manera arbitraria” desde 2016 y que este lunes fue hospitalizada en la provincia norteña de Jujuy por una trombosis en la pierna.
El mandatario, que viajó hasta Jujuy para visitar a Sala en el hospital, reclamó que la activista sea juzgada “respetando las leyes argentinas” y sin “presiones políticas” o “finalidades persecutorias”.
“Milagro ha soportado alrededor de cinco o seis juicios orales, tiene elevación de juicio de otros cinco procesos y tiene algunas causas más que, si no me equivoco, suman 17. Todo esto lo que da cuenta es de un sistema que se ha instaurado en torno a Milagro Sala de una clara persecución”, lamentó Fernández en rueda de prensa.
La también fundadora de la Organización Barrial Túpac Amaru y afín al peronismo kirchnerista fue detenida en enero de 2016 en Jujuy, poco más de un mes después de la asunción presidencial del liberal Mauricio Macri (2015-2019), cuando fue acusada de instigación al tumulto durante una protesta contra el gobernador provincial, Gerardo Morales, aliado del entonces mandatario nacional y opositor al peronista Fernández.
En 2019, Sala fue condenada en primera instancia por el presunto desvío de fondos destinados a la construcción de viviendas, pero ese fallo fue apelado. Aunque llegó a estar internada en penales comunes, actualmente aguarda en prisión domiciliaria la evolución de esa causa y el resto de procesos en su contra.
La prisión domiciliaria fue requerida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y ratificada por la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
“Eso (la prisión domiciliaria) significó aliviar las penurias de alguien que está detenido, pero estar detenido en su domicilio es una gran penuria, si además las causas se siguen inventando y los hechos de persecución siguen ocurriendo”, señaló el presidente argentino.
CRÍTICAS AL GOBIERNO ANTERIOR
Durante su intervención, Fernández cargó contra las “prácticas” judiciales promovidas, en su opinión, por el expresidente Macri, basadas en utilizar el delito de asociación ilícita para impedir la excarcelación “y de ese modo mantener a la gente privada de su libertad”.
Según el actual presidente, prolongar prisiones preventivas y detener preventivamente a personas antes de demostrar su culpabilidad son formas de “violar los derechos humanos”, en este caso, de Milagro Sala.
En ese sentido, Fernández pidió que los jueces de Jujuy “dejen de lado teorías y doctrinas” del Gobierno anterior “y que definitivamente contradicen la esencia del Estado de Derecho”.
“(El mal estado de salud de Milagro Sala) es resultado de las decisiones de la Justicia de Jujuy. No voy a hablar con ningún miembro de la Justicia, no tengo otro propósito más que ver la salud de Milagro, escucharla, y llamar la atención de toda la Argentina de lo que está sucediendo aquí”, subrayó.
La Secretaría de Derechos Humanos reclamó este martes a la Corte Suprema de Justicia y a las autoridades judiciales de Jujuy que se dispongan las acciones necesarias para frenar el “hostigamiento” contra la dirigente.
También que se dé cumplimiento a lo dispuesto por la propia Corte IDH, que en 2017 instó al Estado argentino a que “adopte, de manera inmediata, las medidas de protección que sean necesarias y efectivas para garantizar la vida, integridad personal y salud” de Sala.
EFE.