El presidente electo y su equipo de trabajo deberán eliminar los subsidios del combustible y cumplir con los incrementos acordados para tratar de cubrir el déficit fiscal producto de los años de programas sociales por la pandemia.
Por infobae.com
El gobierno entrante tiene varios retos económicos de cara a los próximos cuatro años, por ejemplo, una de las tareas a cumplir es reducir lo más que puedan el déficit fiscal, en parte, generado por los dos años de pandemia por la covid-19 y las políticas nacionales de asistencia social, muchos de ellos se quiere implementar gracias a una nueva Reforma Tributaria estructural que le daría más caja al Estado.
Una de las políticas que se debe abolir -según el Comité Autónomo de Regla Fiscal (CARF)– es los subsidios a la gasolina, pues aseguran que se estima un déficit del Fondo de Estabilización de Precios a los combustibles podría estar por el orden de los $34,4 billones este 2022.
Comité estima que este 2022. el déficit del Fondo de Estabilización de Precios a los combustibles podría estar por el orden de los $ 34,4 billones, por lo que Córdoba asegura que pareciera que el gobierno fuera consiente las implicaciones que tiene económicamente para la nación, por lo que hay una necesidad -al eliminar este subsidio- de cerrar brechas.
Desde el Comité se habla de la necesidad de realizar los incrementos a la gasolina y el ACPM que se han planteado en el marco fiscal de las políticas económicas del Gobierno.
“En pleno proceso de transición energética, que estemos subsidiando los combustibles fósiles pareciera que no es muy consistente. Adicionalmente a que tiene un altísimo costo fiscal, entonces lo que el gobierno ha planteado es que es muy importante cerrar esa brecha, que es tan grande hoy que evidentemente se debe hacer de manera gradual”, dijo Córdoba.
Cabe destacara que hace un año, teniendo en cuenta la coyuntura del país y del mundo, y haciendo caso a la hoja de ruta de políticas económicas, se planteaba un déficit de 83 billones de pesos, algo que se ha logrado reducir hasta llegar a los $75 billones.
“Pese a estos resultados, los déficits producidos en los años de pandemia, la depreciación del peso y la inflación han llevado el endeudamiento del Gobierno a niveles históricamente altos, al punto en que no sería prudente aumentar la deuda”, señaló Córdoba.
Y añadió “(…) más de un cuarto de los ingresos tributarios de la nación deberán destinarse al pago de intereses en 2022. Esta obligación disminuye la capacidad del Gobierno de invertir en otros programas”.
El comité pide al gobierno entrante de Gustavo Petro que debe abrocharse el cinturón en cuando a gasto público y generar mayores ingresos, teniendo en cuenta que el presidente electo quiere aumentar los programas sociales en el país en diferentes materias.
A pesar de lo anterior mencionado por el Comité, se resalta los buenos números que tiene la nación, que en general son con tendencia a la baja en cuanto al porcentaje del déficit fiscal:
“El gobierno hace esfuerzo importante para aprovechar los ingresos extraordinarios que llegan del desempeño economía y los ingresos petroleros. El nivel de deuda y el déficit proyectado es bueno, son ajustadas y bastante equilibradas”, señaló el presidente del Comité, Juan Pablo Córdoba.