Uno de los principales misterios de la historia del espionaje es la identidad del llamado ‘cuarto hombre’, un espía que puso en jaque a la propia CIA y cuyo trabajo se cree que fue fundamental para el ascenso de Vladimir Putin al poder.
Tal y como recoge en un reportaje The Sun, este agente, conocido como “el espía más exitoso del mundo”, fue uno de los pocos espías soviéticos que lograron infiltrarse en el corazón de los servicios de inteligencia de EE UU.
Pero a diferencia de la mayoría de ellos, este misterioso espía nunca fue identificado, lo que lo convierte en uno de los mayores misterios de toda la historia. Los analistas creen que su labor fue tan importante que ayudó a allanar el camino para el ascenso al poder de Putin en Rusia.
Este trabajo dejó a la CIA paralizada, sin que se les proporcionara información fiable sobre el meteórico ascenso de Putin, que pudo gracias a ello consolidar su poder y preparar el escenario para tomar el control de Rusia.
‘El cuarto hombre’ comprometió las identidades de los espías rusos que trabajaban para Washington DC y filtró una gran cantidad de datos confidenciales de la CIA.
El ex agente de la CIA Robert Baer, le dijo a The Sun que las acciones del espía “podrían haber cambiado la historia”. Baer cree que si ‘el cuarto hombre’ hubiera sido eliminado, la inteligencia estadounidense habría podido identificar la amenaza de Putin y advertir al Kremlin.