La Policía española detuvo a 66 personas en una amplia operación contra una de las principales fuentes de financiación de la banda latina Dominican Don’t Play (DDP), los fraudes en internet.
Según informó este miércoles la Policía, entre los detenidos están 19 miembros “probados” de la organización y nueve “hackers” o piratas informáticos.
Esta conexión entre pandilleros y ciberdelincuentes, de siete nacionalidades diferentes, está detrás de una estafa a más de medio centenar de víctimas en España por valor de unos 500.000 euros.
Al menos un 30 por ciento de esa cantidad fue a parar a las arcas de los Dominican Don’t Play para sufragar sus actividades delictivas, según informaron responsables de la operación en rueda de prensa en Madrid.
A principios de año la Policía detectó un entramado en el que los “hackers” disponían de pandilleros que les abrían cuentas bancarias para materializar sus estafas en internet y los miembros de la banda financiaban a su organización con un porcentaje del monto defraudado.
NUEVAS FUENTES DE FINANCIACIÓN
Esta macrooperación reveló un nuevo método de financiación en el mundo de las bandas latinas, que tradicionalmente habían sufragado sus gastos -compra de armas, estupefacientes o ayudas a miembros inmersos en procesos judiciales- mediante la delincuencia en las calles, además del pago de cuotas por parte de los pandilleros.
A raíz del crecimiento en integrantes y actividad delictiva que experimentó la banda Dominican Don’t Play en los últimos tiempos, la organización optó por “externalizar” sus fuentes de financiación, en este caso mediante una relación de conveniencia con un grupo de “hackers”, varios de origen brasileño, según el comisario jefe de la Brigada de Fraude Informático en la Policía española, José García Serrano.
Pandilleros y ciberdelincuentes se conocieron en su paso por prisión o centros de menores. De ahí nació un entramado que tejió sus redes a través de mensajería encriptada y se acabó convirtiendo en una de las fuentes de financiación más importantes de los DDP.
ESTAFAS A CLIENTES DE BANCOS
Los “hackers” fueron los presuntos responsables de al menos 59 fraudes denunciados por clientes de entidades bancarias por las que se hacían pasar en internet.
Mediante métodos de suplantación de identidad en correos electrónicos o mensajería móvil, como el “phising” o el smishing”, lograban hacerse con las credenciales de sus víctimas, haciéndose con el dominio de sus cuentas bancarias.
Con las cantidades ilícitas de las que disponían, realizaban compras en internet utilizando tarjetas de crédito u optaban por sacar el dinero en efectivo en cajeros automáticos.
Las “mulas”, jóvenes relacionados con los miembros probados de los Dominican Don’t Play, se encargaban de abrir nuevas cuentas bancarias que los ciberdelincuentes utilizaban para desviar la recaudación de sus fraudes.
Un 70 por ciento era para sus arcas y el 30 restante directamente a la banda.
Durante las redadas, se intervinieron dos pistolas, tres escopetas, cinco machetes, dinero en tarjetas y efectivo, y numerosa documentación e indumentaria relacionada con la banda.
EFE