Durante la noche del lunes 11 de julio se desató cierto revuelo en redes sociales ante la supuesta noticia de la aparente muerte de Joseph Aloisius Ratzinger, Papa emérito Benedicto XVI, sin embargo, todo se trató de un “fake news” elaborado por Tommasso Debenedetti, un periodista italiano con bastante tiempo libre.
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Inicialmente, una cuenta no verificada en Twitter, adjudicada Georg Bätzing, obispo de Limburg y presidente de la Conferencia del Episcopado Alemán, comunicó, en tres idiomas y sin mayores detalles, que Benedicto XVI había fallecido.
Algunos medios de comunicación de todo el mundo, sin esperar a una comunicación oficial desde la Santa Sede, replicaron el mensaje. Minutos después, el propio Debenedetti admitió que se trata de una cuenta falsa.
No es la primera vez que este “giornalista” pone a prueba la pericia del sistema de verificación de medios y agencias internacionales: hace unos meses también había difundido en circunstancias similares que el escrito peruano, Mario Vargas Llosa, había muerto.