A través de los representantes del Instituto de Educación Especial Falcón, se conoció que la institución que es piloto y está ubicada en Coro, capital de Falcón, no tiene servicio eléctrico en todas las áreas, debido a los constantes hurtos que enfrentaron durante la pandemia por el Covid-19.
Por Corresponsalía La Patilla
En la institución se atienden más de 100 niños que son atendidos hasta las 11:00 am, ya que el calor les genera más estrés. La institución estaba siendo rescatada por los mismos docentes con apoyo de los representantes. Ya tenían material didáctico, habían puesto energía eléctrica gracias a una donación de cableado, también habían recuperado varias áreas, pero inició la pandemia y la escuela fue refugio de los venezolanos emigrantes que regresaban a Coro.
Cuando la institución fue devuelta, se habían robado puertas y ventanas, cerraduras, tuberías de aguas blancas y tanques de almacenaje, así como los bombillos y las piezas de baño. La escuela está prácticamente inoperativa y los representantes son los que han buscado soluciones.
Hasta ahora solo tres salones tienen servicio eléctrico, gracias a la donación de un representante; cargan agua en botellas de plástico para lavarle las manos a los niños y sacarlos en caso de que tengan una emergencia fisiológica.
La Cruz Roja seleccionó la escuela para llevar un plan de siembra y les donaron un tanque de agua con sus conexiones y una bomba, pero faltan insumos para ejecutar el plan.
Aunque el caso lo conoce el gobernador de Falcón, Victor Clark, y el alcalde de Miranda, Henrry Hernández, hasta la publicación de esta nota, las condiciones de la institución son precarias, situación que preocupa a los docentes y representantes que prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
El equipo de La Patilla intentó solicitar información a la directiva de la escuela, pero fue negada y aseguraron que recibieron una notificación del Ministerio de Educación de no dar acceso a la prensa ni dar ningún tipo de información.